
El golero de la Universidad de Chile, Martín Parra, fue herido este miércoles por un petardo o bomba de ruido arrojado a la cancha y fue trasladado en ambulancia al hospital durante el partido que disputaba su equipo por la Copa Chile frente a la Universidad Católica.
El hecho ocurrió en el minuto 4 del encuentro después de que el delantero 'cruzado' Fernando Zampedri anotara un gol de penal.
Durante la celebración de la Católica un artefacto explosivo fue arrojado junto al portero desde la gradería donde se encontraban los aficionados cruzados.
Clásico chileno suspendido por esta agresión con petardos a Martín Parra, portero de la U. Absolutamente lamentable… ????????♂️ #CopaChileEasy pic.twitter.com/XFkvN7zNDs
— A. Gabilondo (@AS_AGabilondo) September 28, 2022
El guardameta quedó tendido en el pasto y fue atendido por sanitarios para posteriormente abandonar el estadio en ambulancia y ser trasladado a un hospital cercano.
El Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sinfup) de Chile publicó en Twitter un reclamo ante lo ocurrido condenando los hechos y haciendo un llamado de atención a la Asociación Nacional de Futbol Profesional (ANFP), encargada de los torneos locales.
Desde la ANFP todavía no existe una reacción oficial a lo sucedido.
"Sigan poniendo recursos de no innovar para avalar delincuentes, que nada tienen que hacer en una cancha de fútbol. Impresentable que no se aprenda nada y que no existan sanciones ejemplificadoras. ¿Qué esperamos, que muera un jugador?", señalaron desde el sindicato en la red social.
Felipe González, árbitro del #ClásicoUniversitario en Valparaíso, confirmó que el partido fue suspendido:
— TNT Sports Chile (@TNTSportsCL) September 28, 2022
"Martín Parra tuvo una contusión acústica. Nos reunimos con los capitanes y decidimos suspender porque no estaban dadas las garantías" #DataSportsxTNTSports ???? pic.twitter.com/lNMqe2Mzcn
El partido fue suspendido, según informó la organización del evento a través de los altavoces del estadio Elías Figueroa, en la porteña ciudad de Valparaíso, a unos 120 km al oeste de Santiago.
El encuentro correspondía a la vuelta de los cuartos de final de la Copa Chile entre Universidad de Chile y Universidad Católica.