Liverpool parece haber terminado de forma definitiva con su malaria de hace algunas semanas y este sábado derrotó 1-2 al Tottenham Hotspur como visitante en partido correspondiente a la Jornada 17 de la Premier League inglesa.
El conjunto dirigido por Arne Slot se adelantó con goles de sus refuerzos para esta temporada, ya que Alexander Isak y Hugo Ekitike fueron los responsables de las anotaciones aunque el primer salió lesionado. Por parte de los locales descontó Richarlison sobre el final del partido.
Liverpool, de regreso en los primeros puestos
Con sufrimiento incluido, Liverpool alargó la mejoría que le sitúa quinto, a un paso de los puestos de Champions League con una nueva victoria ante un Tottenham deprimido, en crisis, castigado por el error de Xavi Simons, expulsado a la media hora del partido por una falta absurda al gemelo de Virgil Van Dijk en medio campo.
Los Reds llegaron a 5 partidos sin perder (2 empates y 3 victorias) y reflejan cierta mejoría en cuanto a resultados pero no tanto en el juego. No echó de menos el Liverpool a Mohamed Salah, reclutado por Egipto para la Copa Africana de Naciones, que desde la expulsión de Simons tomó el mando.
El primer gol visitante llegó en un error del equipo de Thomas Frank, concretamente del argentino Cristian Romero en la salida de balón. Entregó directamente la pelota al Liverpool, en su campo; Florian Wirtz asistió a Isak que dentro del área se desmarcó y batió a Guglielmo Vicario. Quedó en el suelo el escandinavo que no pudo seguir y se marchó del campo.
Richarlison le dio una esperanza al Tottenham
Aún así y con 10 pudo empatar el Tottenham en una rápida acción de Randal Kolo Muani, potente, en solitario, algo escorado, que acabó la acción con un disparo suave pero envenenado que dio en el larguero.
Después amplió su ventaja el Liverpool en lo que parecía la sentencia. En un centro desde la derecha de Jeremie Frimpong que cabeceó a la red, en el área chica, Hugo Ekitike.
Aún así no se dio por vencido el Tottenham que acortó distancias porque Richarlison, que saltó al campo a 10 minutos del final lo cambió todo. El brasileño agitó el encuentro. Poco después de saltar al campo aprovechó y acortó distancias. Después pudo empatar, en una carrera en solitario que no tuvo buen fin.
Al final, el Liverpool se encerró ante un Tottenham con 10 pero volcado y con fe. El partido se embarró y las interrupciones evitaron el premio del conjunto londinense, cada vez más lejos de su objetivo.
