
En tiempo complicados no hay nada mejor que volver a las bases. Y así los hace Raúl Jiménez, quien hoy está lejos de las canchas por una fractura de cráneo que lo obligó a ser operado; sin embargo, el delantero de los Wolves recuerda sus orígenes en el futbol, con el fin de recobrar fuerzas e inspirarse para su futuro regreso a las competencias.
“Desde niño tenía una obsesión: se llamaba futbol. Vivía en una casa con un buen jardín, en ese entonces me acuerdo que tenía mi uniforme de Jorge Campos. Recuerdo que salía con mis amigos a jugar a la calle, y llegaba todos días sudado a la casa. Toda mi vida fue siempre estar con una pelota", rememora el mexicano en una entrevista producida por Goal.com y EA Sports.
A ello, se suma su presente, el cual implica que recientemente se convirtió en padre, situación que lo motiva para seguir creciendo en su profesión como futbolista.
"Ahora tengo una vida muy sólida con mi pareja e hija (Arya), y eso me llena de orgullo: saber que ellas están apoyándome para yo seguir dando el máximo", explica.
No obstante, Jiménez tiene claro que en el futbol hay momentos buenos y malos, mismo que debes saber sortear para continuar en ascenso: "A pesar de fallar una ocasión, siempre hay que saber que viene una oportunidad más adelante; lo importante no era meter goles, sino que lo más valioso era jugar en equipo”, relata.
No olvida sus orígenes
Raúl Jiménez está orgulloso por ser en la actualidad un referente de su tierra, Tepeji, donde tiene claro que todos están muy pendientes de sus actuaciones en la Premier League.
"Siempre están ahí unidos en Tepeji, pese a que sea el partido a las 12 acá y allá sean las seis de la mañana, es algo muy bonito Yo creo que en todo México el futbol es el deporte que más se vive", dijo.