Es una realidad que la Copa Oro de la Concacaf es una competencia de claros contrastes: existen equipos muy poderosos con jugadores que incluso militan en el futbol europeo, como México y Estados Unidos, y otros que apenas alcanzan un nivel amateur que les permite congregar con esfuerzos un seleccionado nacional.
Desde que el torneo comenzó a denominarse Copa Oro en 1991, solo 23 Selecciones Nacionales han clasificado al torneo. Los equipos de la Concacaf que nunca han jugado una Copa Oro son los siguientes: Anguila, Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Bonaire, Dominica, Islas Caimán, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de Estados Unidos, Montserrat, Puerto Rico, República Dominicana, Saint-Martin, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Sint Maarten y Surinam.
Estas naciones apenas han logrado una evolución futbolística que les impide en la actualidad ser parte del torneo más importante de la Concacaf, que tiene claros dominadores como México, Estados Unidos y, en menor medida, Costa Rica, Canadá, Panamá u Honduras. Las razones por las que estos países muestran un retraso en materia de futbol se debe a muchos factores: carencia de infraestructura, la ausencia de una liga profesional, falta de interés en el futbol y la ausencia de una buena preparación física y atlética son los motivos principales para que la Concacaf no sea una confederación poderosa a nivel mundial.
La Copa Oro de la Concacaf arrancará el próximo 15 de junio. Estados Unidos es el monarca actual y México va en pos de su undécima estrella. Equipos como Jamaica, Costa Rica, Honduras y Panamá, que han ido dando pasos importantes en sus aspiraciones, son los combinados dispuestos a competir cara a cara con los dos gigantes de Concacaf.
