Caos, largas filas y hasta 40 minutos para ingresar al Estadio Azteca

La experiencia para la mayoría de los aficionados que asistieron está noche al Estadio Azteca a ver el juego entre México y Estados Unidos arrancó mal, pues algunos tuvieron que esperar hasta 40 minutos para poder ingresar debido al nuevo protocolo de acceso que realiza la Federación Mexicana de Futbol (FMF).

Luego de los ensayos en los pasados dos juegos del Tri, en los que se utilizó una muestra de 2 mil fanáticos, este jueves los procesos se vieron afectados y retrasados por la afluencia de aficionados. Cabe recordar que para este duelo se pusieron a la venta y se agotaron poco más de 50 mil entradas.

Largas filas y caos se vivieron en los dos accesos principales del Coloso de Santa Úrsula, ante la desesperación de los fans por entrar a ocupar su lugar. Incluso 20 minutos antes del inicio del encuentro algunas filas casi llegaban a la avenida Tlalpan. Los chiflidos y reclamos de los aficionados eran constantes, ante el lento ingreso en las carpas que se instalaron.

Para entrar, además de comprar tu boleto se tiene que acceder a un sistema por internet de la Selección Mexicana para ingresar datos como nombre, fecha de nacimiento correo electrónico y número de teléfono, además de una imagen de tu identificación oficial y una fotografía.

Al acceder y validar el número del código de barras del boleto el sistema arroja un QR el cual tienen que mostrar junto al boleto y la identificación.

Por caos en el ingreso, dejaron de checar registro de aficionados

El ingreso de los aficionados con el registro previo a las tribunas del Estadio Azteca terminó siendo un caos en el acceso de las dos explanadas del coloso de Santa Úrsula, incluso dejaron de pedir el código para agilizar la entrada.

Los problemas comenzaron muy temprano en la entrada del estacionamiento del Azteca, pues algunas computadoras empezaron a fallar en su sistema y eso retrasó la entrada de los que decidieron ingresar en cuanto abrieron las puertas.

Con el pasar de los minutos el caos se fue haciendo más grande, pues muchos no se registraron previamente y eran regresados, y otros porque tuvieron la odisea de pintarse la cara también fueron regresados para que se despintaran.

Entre más se acercaba la hora del juego la desesperación de la gente fue en aumento y eso ocasionó que el personal de la entrada dejara de pedir el registro para agilizar.

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