La Selección Mexicana Sub 17 en el Mundial del 2005 estuvo preparada en la cancha para lograr el título, pero nunca para poder lidiar con la fama, contratos, amigos y todo lo que conlleva ser Campeón del mundo, según relata Jorge Hernández, volante de aquel equipo de Jesús Ramírez.
“Creo yo que nos hizo falta un poco de apoyo, tanto emocional hasta administrativamente. Porque a la edad de 17 años logramos un éxito muy grande para todo México, pero realmente éramos unos niños todavía”, dijo Hernández en entrevista con Mediotiempo.
“Maduramente no estábamos al 100, entonces si hubiéramos tenido algo de apoyo, no sé, de Selección, del mismo club, creo que nos pudieron haber llevado un mejor proceso para hacer cosas más importantes, porque la mentalidad nos la cambió Chucho, por eso fuimos Campeones del mundo”.
El 2 de octubre del 2005, México goleó 3-0 a Brasil en la Final de la Copa del Mundo Sub 17 en Perú con las anotaciones de Omar Esparza, Ever Guzmán y Carlos Vela.
De todo el plantel, actualmente solamente Carlos Vela se mantiene en un gran nivel, seguido de Héctor Moreno y Giovani dos Santos, los demás han batallado y algunos como Hernández se retiraron jóvenes del futbol.
“Estábamos preparados mentalmente para ser Campeones del mundo pero no para ver qué venía después, porque de ahí vinieron contratos, de ahí vinieron patrocinios, de ahí vino Primera División, de ahí vino fama, éramos niños y no supimos asimilar todo eso”, añadió Hernández, DT en la cantera del Atlas.
“Por momentos estoy seguro que me alcé sin querer y sin saber, pero sí hacía falta ese bajón de repente; nos hubiéramos preparado para el después, porque ni la gente creía en nosotros”.
El Pelón, retirado desde el 2017 como futbolista, recordó que antes del título no tuvieron el suficiente apoyo económico, al grado de que Chucho Ramírez debió buscar patrocinadores para giras de preparación previas al Mundial.
‘NI LA MISMA FEDERACIÓN CREYÓ EN NOSOTROS’
“La Federación no le quiso pagar vuelos, no le quiso pagar giras; Chucho se encargó de conseguir un viaje a Argentina, de conseguir un viaje a Estados Unidos para podernos preparar, entonces mentalmente estábamos preparados y sabíamos que íbamos a ser Campeones del mundo, pero ni la misma Federación creyó en nosotros”, apuntó.
El cambio entre los jóvenes que viajaron a Perú y los que volvieron fue rotundo. Hernández recordó que a su llegada a la Ciudad de México ya ni siquiera los hicieron ir por sus maletas, pues ya gozaban de trato preferencial y eso también los afectó.
“Nos recibieron y nos sacaron por el hangar presidencial, cuando ni siquiera fuimos a recoger nuestras maletas ni las de utilería, cuando vimos el alboroto que hubo en el aeropuerto y luego de ahí a Los Pinos, ahí entré en razón y nos dimos cuenta de lo que hicimos hasta que llegamos”, reconoció.
