
El futbolista Edoardo Bove está evolucionando en el Hospital Universitario Careggi ubicado en Florencia tras desplomarse en el encuentro entre su equipo, la Fiorentina, ante el Inter de Milán por Serie A el pasado domingo por un problema cardiaco, que parece le permitirá volver a jugar pero fuera de Italia.
Bove cumplirá mañana una semana hospitalizado y, aunque ya salió de terapia intensiva, no todo está solucionado pues tendría que realizarse una operación para que se le instale un desfibrilador a través del cual se eviten problemas como el que lo llevó ahí y le permita vivir una vida normal tanto dentro como fuera del campo.
De acuerdo con La Gazzetta dello Sport, está en Bove y su familia la decisión de implantar el dispositivo que le permitiría seguir jugando pero no en la Serie A u otras divisiones de su país, pues el reglamento de competencia prohibe participar a los jugadores que cuenten con este tipo de aparatos.
"Bove decida implantar un desfibrilador de 'protección' que resuelva su problema: es la reparación probable, incluso rápida, hasta el punto de que -a partir de hoy- todos los días se consideran buenos para realizar la cirugía bajo anestesia", revela el reconocido medio italiano.
Edoardo tiene antecedentes de miocarditis (inflamación del músculo cardiaco) que sufrió como secuela del COVID-19 del que se contagió en 2020, enfermedad que forma parte del historial médico que ha llevado a los doctores a poner sobre la mesa la necesidad del desfibrilador.
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— ACF Fiorentina (@acffiorentina) December 4, 2024
Bove, por el mismo camino que Christian Eriksen
De tomar la decisión de instalar el dispositivo, Bove quedaría fuera de la posibilidad de jugar en el futbol italiano como le sucedió a Eriksen, quien también enfrentó un problema cardiaco durante un encuentro de la Eurocopa 2021 y la solución prácticamente lo obligó a salir del Inter de Milán.
Al danés se le instaló un marcapasos con el que pudo continuar con su carrera deportiva aunque fuera del equipo neroazzuro, en el que ya se había instalado con un par de buenas temporadas -donde además puede presumir de un título de Serie A- y puso rumbo a la Premier League.
Christian Eriksen ahora forma parte del Manchester United y el destino de Edoardo Bove sería parecido, no necesariamente recalaría en Inglaterra pero sí se vería obligado a cambiar de liga; el mediocampista tiene apenas 22 años y toda una carrera por delante.