Durante el segundo tiempo del partido entre Roma y Napoli en el Olímpico se escucharon desde la tribuna algunos insultos racistas hacia el defensa del conjunto visitante Kalidou Koulibaly, por lo que el silbante tuvo que parar el partido.
Poco antes de los 70 minutos el zaguero senegalés le avisó al árbitro de lo que estaba sucediendo y el silbante sin tentarse el corazón pidió la pelota y llevó al centro del campo a todos los jugadores, incluido el mexicano Hirving Lozano.
Durante la pausa el delantero Edin Dzeko pidió a los aficionados que mejor se dedicaran a apoyar a la Loba y no a insultar a su compañero de profesión.
Después el juego continuó y minutos después el Napoli hizo el gol del descuento, gracias a una buena jugada de Chucky Lozano, aprovechando el parón que hizo el duelo por estos actos de indisciplina desde el graderío.
