

La llama olímpica llegó a Tokio este viernes para una sombría ceremonia en un estadio vacío, después de que Japón y los organizadores de los Juegos Olímpicos prohibieran la asistencia de espectadores en la mayoría de las pruebas deportivas por miedo al COVID-19.
Bajo un cielo gris y lluvioso, a exactamente dos semanas de la apertura de los Juegos prevista el 23 de julio, la llama olímpica llegó en una linterna que fue entregada simbólicamente a Yuriko Koike, la gobernadora de Tokio.
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— #Tokio2020 en Español (@Tokyo2020es) July 8, 2021
El #RelevoDeLaAntorcha pasó por la ciudad de Chichibu, en la Prefectura de Saitama, y nos regaló un viaje muy especial. ✨
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"Estoy feliz de que acojamos el relevo de la llama con este legado que mostramos orgullosos en casa y en el extranjero", declaró Koike.
Es una nueva medida sin precedente en la historia olímpica, después de la prohibición de espectadores procedentes del extranjero en marzo, y el aplazamiento el año pasado de los Juegos de Tokio a causa de la pandemia.
"La flama no se dio por vencida"
Shuzo Matsuoka, extenista profesional de Tokio, destacó que la llama olímpica representa todos los pensamientos positivos de la población japonés y mundial que no perdió la esperanza de que se realizaran los Juegos Olímpicos.
“A pesar de que nos sentimos interrumpidos en nuestros corazones tras la reprogramación de los Juegos, la flama no se dio por vencida. A pesar de todas las dificultades, la llama ha estado cargando los pensamientos de la gente japonesa y de la gente alrededor del mundo y ahora llega aquí. Me gustaría dar gracias a los pensamientos de la gente”, mencionó.