Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
Representó a Estados Unidos en cinco Juegos Olímpicos de Invierno, pero para PyeongChang decidió hacerse mexicana. El trámite le requirió pasar dos años en el país y a falta de nieve, Sarah Schleper entrenó surf para no perder el ritmo de esquiadora.
En 2009 comenzó el proceso que requirió petición al Comité Olímpico Internacional, contratar abogados, obtener en el Reclusorio Oriente de la CDMX una carta de antecedentes no penales y mantenerse en forma, lejos de la nieve.
“No podía estar en la nieve cuando estábamos viviendo en México, pero entrenaba en el mar surfeando y corriendo y andando en bici; todos esos deportes ayudan en la esquiada porque es un deporte muy fino y mientras más atlético eres, mejor esquías”, relató a Mediotiempo.
El pasaporte lo obtuvo hasta el 2014 y su intención de representar a México obedece a su amor por el país, con el que estrechó lazos al casarse con un mexicano. Las playas alrededor de Los Cabos eran su sede para surfear, ya que en esa ciudad su suegro tiene una casa.
“Lo que me encanta del surf es que no necesitas mucho equipaje y cuando estás esquiando necesitas botas, esquís, casco y en el surf solo necesitas tu tabla”, mencionó. “Tienes que pelar por la ola y eso me encanta. Creo que en lo que más se le parece (al esquí) es en tener esas ganas y esa agresividad”.
Además del trámite por la nacionalidad, Schleper aprendió el idioma y la historia del país, para el que competirá pensando a futuro, pues también es entrenadora y quiere preparar mexicanos para próximos Juegos Olímpicos de Invierno.
NO LLEGA PLENA A PYEONGCHANG
Sin embargo, la ilusión de participar en PyeongChang no es plena, ya que una rotura de ligamento en junio pasado le impide estar en su mejor forma para este jueves, cuando iniciará su participación en el evento en Corea.
“Es una historia un poco triste porque estaba subiendo, estaba yendo más rápida carrera por carrera y en junio me rompí la rodilla, el cruzado”, lamentó. “No tengo muchos días atrás esquiando con mi nueva rodilla y no se siente como antes, sí siento bien en los esquís porque puedo esquiar mejor de lo que puedo caminar, pero hay un poquito de confianza que falta”.
Schleper cree que esa confianza hace la diferencia en un nivel tan alto como el de Olímpicos, al que llega sin apoyo del Comité Olímpico Mexicano.
“De todas maneras estoy muy orgullosa de ir por México porque me encanta el país y me encanta representar a un país con tanta belleza, con tanto sabor”, expresó.
En 2009 comenzó el proceso que requirió petición al Comité Olímpico Internacional, contratar abogados, obtener en el Reclusorio Oriente de la CDMX una carta de antecedentes no penales y mantenerse en forma, lejos de la nieve.
“No podía estar en la nieve cuando estábamos viviendo en México, pero entrenaba en el mar surfeando y corriendo y andando en bici; todos esos deportes ayudan en la esquiada porque es un deporte muy fino y mientras más atlético eres, mejor esquías”, relató a Mediotiempo.
El pasaporte lo obtuvo hasta el 2014 y su intención de representar a México obedece a su amor por el país, con el que estrechó lazos al casarse con un mexicano. Las playas alrededor de Los Cabos eran su sede para surfear, ya que en esa ciudad su suegro tiene una casa.
“Lo que me encanta del surf es que no necesitas mucho equipaje y cuando estás esquiando necesitas botas, esquís, casco y en el surf solo necesitas tu tabla”, mencionó. “Tienes que pelar por la ola y eso me encanta. Creo que en lo que más se le parece (al esquí) es en tener esas ganas y esa agresividad”.
Además del trámite por la nacionalidad, Schleper aprendió el idioma y la historia del país, para el que competirá pensando a futuro, pues también es entrenadora y quiere preparar mexicanos para próximos Juegos Olímpicos de Invierno.
NO LLEGA PLENA A PYEONGCHANG
Sin embargo, la ilusión de participar en PyeongChang no es plena, ya que una rotura de ligamento en junio pasado le impide estar en su mejor forma para este jueves, cuando iniciará su participación en el evento en Corea.
“Es una historia un poco triste porque estaba subiendo, estaba yendo más rápida carrera por carrera y en junio me rompí la rodilla, el cruzado”, lamentó. “No tengo muchos días atrás esquiando con mi nueva rodilla y no se siente como antes, sí siento bien en los esquís porque puedo esquiar mejor de lo que puedo caminar, pero hay un poquito de confianza que falta”.
Schleper cree que esa confianza hace la diferencia en un nivel tan alto como el de Olímpicos, al que llega sin apoyo del Comité Olímpico Mexicano.
“De todas maneras estoy muy orgullosa de ir por México porque me encanta el país y me encanta representar a un país con tanta belleza, con tanto sabor”, expresó.