
Seis semanas antes del arranque de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Richard Murray, se encontraba en una cama de hospital a punto de recibir una operación en el corazón. Contra todo pronóstico, el sudafricano recibió el alta médica previo al arranque de JJ.OO. y estaba destinado a participar en el Triatlón por Relevo Mixto antes de la lesión de su compañero.
Lo que parecía una larga espera para cualquier otro atleta clasificado a Tokio 2020 para Richard fue todo lo contrario, estaba destinado a someterse a una operación en el corazón luego de una ablación auricular identificada por una arritmia.
The first Olympic #triathlon mixed relay begins soon.
— Olympics (@Olympics) July 30, 2021
Unfortunately, #SouthAfrica ???????? had to withdraw due to an athlete injury, despite the incredible return to fitness of @RD_murray following a recent operation to 'fix' his heart. @worldtriathlon https://t.co/7F0txRmeRr
Aunque su corazón no estaba preparado para su habitual rendimiento en el evento de triatlón individual masculino, su recuperación y determinación hicieron que Sudáfrica trajera al equipo de relevos mixtos a la justa olímpica a tiempo .
Sin embargo, los esfuerzos de Richard Murray no fueron suficientes para participar en la prueba, debido a la lesión durante un entrenamiento de su compañero, Henri Schoeman, días antes del evento.
My @Olympics @Tokyo2020 dream is over , well for now that is .
— Richard Murray (@RD_murray) July 27, 2021
No team relay for @TeamSA2020
as Henri is not able to compete due to a stress fracture in his foot . https://t.co/uW9g8zvUUV
“Tuve un problema cardíaco a principios de este año. Hace cinco o seis semanas me operaron para reparar mi corazón. Es el último momento para mí y ha sido muy, muy difícil. Una cosa que realmente quería hacer era poder ser parte de los Juegos Olímpicos y competir por Sudáfrica. Realmente fue lo más importante ”, dijo Richard a Olympics.com
¿Qué padeció Richard Murray?
Las personas que padecen fibrilación auricular pueden presentar palpitaciones cardíacas, dificultad para respirar y debilidad general del cuerpo.
Los casos persistentes como el de Richard Murray a menudo necesitan tratamiento médico ya que la afección, si no se controla, puede aumentar el riesgo de provocar un accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca, en especial al tratarse de un atleta de alto rendimiento.