
Un luchador que dejó una huella indeleble fue El Solitario, estrella que falleció en 1986 en la cúpside de su carrera, gracias a su gran calidad, porte y muy especialmente a la valentía que demostraba al enfrentar a sus rivales, elementos que se quedaron grabados en la memoria del Dr. Wagner Jr. quien lo recordó de una forma muy especial.
Aunque El Solitario fue quien desenmascaró a Wagner padre en una brutal batalla que se dio el 1 de diciembre de 1985, el Jr. lo recordó con gran aprecio sin negar que fue uno de sus grande ídolos, esto al detallar cuando tuvo su primer contacto cercano.
"Recuerdo mucho a un señor, el Solitario... El Señor Solitario. En varias ocasiones, cuando acompañaba a mi padre a los eventos de lucha libre, me gustaba su estilo, su su porte. Era un señor blanco, rubio, asoleado. Tenía un cuerpo definido, atlético", rememoró Wagner en un video que colocó en sus redes sociales.
¿Cómo fue el primer encuentro de Wagner Jr. con El Solitario?
El Galeno del Mal recordó que tenía apenas 10 años cuando tuvo la oportunidad de conocer a Roberto González Cruz, nombre real de El Solitario, gracias a que su padre lo llevaba a los gimnasios donde luchaban y en los cuales habitualmente los dos eran rivales.
"Esa vez entré al vestidor, quedé impactado, tenía al señor de frente. Él estaba tranquilito, arreglando sus botas y me quedé frío. Estaba temeroso temblando, pero con una admiración al señor bien cabrona. ¡estaba frente a mí con su máscara dorada, su antifaz negro! Impactaba el señor.

Un sangriento recuerdo
El Solitario se caracterizó por ser un luchador sumamente violento con el fin de agradar a los aficionados, algo que corroboró el propio Dr. Wagner Jr. quien dio a conocer una gran lesión que sufrió a manos de su padre y la cual lo hizo sangrar profundamente.
"En el fragor de la lucha le dio un golpe mi papá a El Solitario y lo derribó; el señor giró en la ceja del ring, se resbaló y entones se le atoró el antebrazo en unos ganchos que había. Llegó mi papá, le jaló el brazo, salieron unos chorros de sangre y el señor siguió luchando".