Durante Verano de Escándalo de AAA Worldwide, se reavivó aquella batalla entre el sexo débil y el sexo fuerte, porque precisamente Lady Shani, en un encuentro de corte extremo, derrotó a El Hijo de Tirantes, pero además con la afrenta de dejarlo pelón, pues su compromiso fue de apuestas.
Y, aunque algunos reportes rubricaron que la Princesa Tibetana era pionera en estas lides, sin que por supuesto ella asegurara tal aseveración, lo cierto es que de este tipo de match hubo en el pasado, pues otras chicas se atrevieron a desafiar en el cuadrilátero a los varones, en el terreno peligroso.
Diosa Quetzal, luchadora del circuito independiente, sin que existan registros oficiales de que ella fue precursora, lo que sí es fidedigno son las tres melenas y la incógnita que pudo lograr midiéndose a gladiadores.
“La primera cabellera que gané fue en la empresa de Martin Calderón, a Caricia, un exótico. Era una batalla campal, al final quedamos él y yo, y me llevo la victoria con una franky”.
Después, y como parte de un reality show de TV Azteca, se animó a contender ante un hombre con un extra, en algo que era normal para ella, porque así lo hizo desde su preparación.
“La segunda fue un tanto controversial, fue en un antro que se llama La Bandida y en un Centro Cívico que está por el Metro Ecatepec, a Black Moon le arrebaté cabellera y máscara, estaba dentro del programa Enamorándonos, pero fue una lucha al revés, se puede decir, primero lo rapé y luego le quité la tapa.
“La verdad que fue una de mis pruebas más fáciles, considero que pese a que era hombre, y obviamente la fuerza es mayor, le faltaba muchísima experiencia dentro de los encordados y salió a relucir que yo era mejor”.
Su última reyerta del tipo “fue en la Arena Margarita (San Luis Potosí), luchaba como Black Star mi oponente, fue en una jaula, quedamos él y yo, y así concluyó, yo ganando, porque pude salir de la jaula al final”.
Siempre ante ellos
Aunque desde la barrera para algunos es inaudito o increíble ver esta clase de duelos, Quetzal lanza que se convirtió en algo normal para ella, porque desde siempre le tocó esa interacción.
“La verdad es que estoy muy acostumbrada a enfrentar a hombres, no ha sido algo nuevo para mí, desde que inició mi carrera siempre les ha gustado verme en esos relevos mixtos, a veces hasta en mano a mano; de hecho, en esa primera mata que le gané a Caricia, tenía poco tiempo luchando, como un año, para mí siempre fue común.
“Me he dado cuenta que en este deporte vale más la experiencia y la preparación que tengas, que la fuerza; tus recursos te sacan avante, no me confío y trato de ser muy escurridiza, en la lucha libre yo no veo esa diferencia entre hombre y mujer, porque los entrenamientos son combinados, aquí sí cabe aquello de que más vale maña que fuerza y la realidad es que me he enfrentado a luchadoras más complicadas”, remata.
