LA Park empieza a retomar su actividad como luchador sin que el cuerpo le respondan como desea y con los pulmones todavía afectados, aunque después de todo lo que sufrió con la covid-19 eso pasa a segundo término.
Tras una reciente participación en la Arena López Mateos en Tlalnepantla, Estado de México, el gladiador nacido en Querétaro en 1965, reconoció que la pasó muy mal, al grado de que deseó la muerte por el profundo dolor que sentía.
En los primeros días de mayo, la afición de la lucha libre recibió la noticia de que LA Park se encontraba delicado de salud, con un primer diagnóstico de neumonía, aunque con el paso de las horas se confirmó que se había contagiado del coronavirus. Por unos días se desconoció qué pasaba con él, y fue justo ahí cuando peor la pasó.
"Estuvo muy fuerte, pensé que me iba a morir. Ojalá nunca te dé esta mamada. Fueron cuatro días los que sufres. Empecé a decidir a Dios ya llévame, ya me cansé", explicó a los medios de comunicación, esto después de que se le viera trabajar a medio gas y por algunos momentos con signos de agotamiento, algo raro en él.
"Me dejó muy fregado los pulmones, ahorita lo sentí. Aunque yo quería más, mis pulmones no podían", abundó.
Los promotores lo dejaron solo
Cuestionado sobre su reactivación, comentó que poco a poco hay arenas que empiezan a animarse, aunque criticó que haya promotores que le ofrezcan solo una parte del pago bajo el argumento de que las autoridades impiden cupo máximo, y de ahí pasó a señalar que cuando estuvo enfermo solo uno le tendió la mano.
"Estoy empezando, los promotores están hablando. Los promotores no quieren hacer luchas. Ya tenemos fecha y trabajo. Ni un promotor fue para decirme '¿LA Park, ya comiste?', solo hubo uno", comentó el gladiador.
