El Circuito de Bakú fue un desafío de estabilidad para el equipos Haas, que con los problemas de degradación parecía tener trabajo de sobra por delante; ya en carrera en la largada un toque con Nico Hulkenberg le rompió parte del alerón delantero y ahí todo fue para mal tras entrar a pits a solucionarlo, reconoció Gutiérrez.
“No fue un buen día para nosotros. Tuve algunos daños en el coche al principio y después de eso sólo estuve tratando de recuperar tanto como pude. No teníamos el ritmo para atacar hacia el frente. He tenido problemas para superar y para recuperar posiciones", señaló.
Las últimas carreras han sido complicadas para el mexicano, pues no ha estado cerca de terminar en los puntos por diferentes razones; sin embargo, no pierde la esperanza de estar en el top-10 este año y ya empieza a trabajar en lo que será el trazado del Red Bull Ring.