Editorial Mediotiempo
Barranquilla, Colombia
Una mujer que mida más de dos metros es algo inusual en América Latina, pero a toda regla existe una excepción y ese es el caso de Alba Hernández, voleibolista de Puerto Rico que con sus 2.07 metros acapara las miradas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018.
Para poner en perspectiva la impresionante estatura de la boricua, es apenas un centímetro más pequeña que Gustavo Ayón, el más famoso basquetbolista mexicano que también está en Barranquilla 2018.
"Jugué baloncesto, pero no es mi pasión. Entiendo que el voleibol es lo que me apasiona y debo dedicarme a eso", dijo Alba a Mediotiempo.
En un deporte como el voleibol, en el que el juego en la red tanto en defensa como ataque es crucial, la estatura es un factor clave.
"El beneficio es salvar a mi equipo, cada persona tiene su virtud y con esto cada persona tenemos la oportunidad de aportar algo positivo".
Con 10 años, Alba dio el estirón; ella nació con una medida "normal" de 53 centímetros. A los 13 años fue observada por la Federación Puertorriqueña de Voleibol. Fue sometida a estudios ortopédicos para descartar algún problema de gigantismo o Mal de Marfán y se reveló que su estatura es genética por parte de su padre, Peter John Ramos.
Desde los 16 juega de este deporte en su natal Puerto Rico. La integración fue fácil y eso se refleja en la cancha durante cada juego que disputan en Barranquilla. Sus compañeras están felices de contar con ella, así lo manifestó la líbero, Shirley Ferrer.
"Los entrenadores le dan la confianza, su estatura en este deporte realmente es una ventaja y ella está aprendiendo a controlar su cuerpo y la ayudamos. Nos empleamos como grupo y ella se adapta, eso es lo más importante, estamos muy contestas de que le den la oportunidad que le están dando", mencionó.
Puerto Rico jugará la Semifinal de Voleibol de Sala ante República Dominicana. México podría medirse ante el equipo de Alba, sería en un duelo por el Oro o el Bronce, futuro que se conocerá este martes.
Para poner en perspectiva la impresionante estatura de la boricua, es apenas un centímetro más pequeña que Gustavo Ayón, el más famoso basquetbolista mexicano que también está en Barranquilla 2018.
"Jugué baloncesto, pero no es mi pasión. Entiendo que el voleibol es lo que me apasiona y debo dedicarme a eso", dijo Alba a Mediotiempo.
En un deporte como el voleibol, en el que el juego en la red tanto en defensa como ataque es crucial, la estatura es un factor clave.
"El beneficio es salvar a mi equipo, cada persona tiene su virtud y con esto cada persona tenemos la oportunidad de aportar algo positivo".
Con 10 años, Alba dio el estirón; ella nació con una medida "normal" de 53 centímetros. A los 13 años fue observada por la Federación Puertorriqueña de Voleibol. Fue sometida a estudios ortopédicos para descartar algún problema de gigantismo o Mal de Marfán y se reveló que su estatura es genética por parte de su padre, Peter John Ramos.
Desde los 16 juega de este deporte en su natal Puerto Rico. La integración fue fácil y eso se refleja en la cancha durante cada juego que disputan en Barranquilla. Sus compañeras están felices de contar con ella, así lo manifestó la líbero, Shirley Ferrer.
"Los entrenadores le dan la confianza, su estatura en este deporte realmente es una ventaja y ella está aprendiendo a controlar su cuerpo y la ayudamos. Nos empleamos como grupo y ella se adapta, eso es lo más importante, estamos muy contestas de que le den la oportunidad que le están dando", mencionó.
Puerto Rico jugará la Semifinal de Voleibol de Sala ante República Dominicana. México podría medirse ante el equipo de Alba, sería en un duelo por el Oro o el Bronce, futuro que se conocerá este martes.
