
En noviembre de 2010, el tijuanense Antonio Margarito se aprestaba para encarar un duelo que lo podría colocar en la cima del boxeo mundial, ya que se cruzaría con Manny Pacquiao, uno de los mejores libra por libra del mundo, aunque en vez de aprovechar esa gran vitrina acabó humillado y dejando una pésima imagen fuera del ring.
Días antes del enfrentamiento, Margarito regaló su peor imagen al ser entrevistado durante un entrenamiento. Roach había señalado que Pac-Man ganaría por nocaut ese encuentro y a cambio demostró una versión que fue sumamente criticada.
El Tornado de Tijuana se burló grotescamente de Freddie Roach, entrenador del boxeador filipino que sufre la enfermedad de Parkinson. Emuló las limitantes físicas que tenía, junto a Brandon Ríos, boxeador con quien tenía una estrecha relación.

Llegaron las disculpas
Debido a la repercusión, Margarito salió a disculparse con Roach, quien en un principio lo rechazó y solo señaló que había demostrado "su calaña".
"A todo el mundo con esa enfermedad les quiero decir que nunca, nunca en mi vida me burlaría de nadie así. Sólo quiero que sepan que no soy el tipo de persona que haría algo como eso, burlarme de alguien", señaló el mexicano, palabras que guardó muy en el fondo Pacquiao.
Roach, siempre ecuánime
Ya a horas de enfrentarse y en e hotel sede, Roach señaló que estaba dispuesto a ofrecer la mano a Robert García, entrenador de Margarito, para cortar con la polémica, esto con el fin de no distraer a su discípulo, algo que logró a medias.
“No quiero que Manny se enfade por esto. El sólo tiene que mantener la calma. Deseo seguir teniéndolo en buena forma. Manny ha oído hablar de esto vagamente, pero le dije: ‘no te preocupes. Sólo mantente enfocado en lo que tienes que hacer’”.
Pacquiao fue un huracán
A pesar de que Margarito tenía una mayor estatura, nunca pudo aprovecharlo y fue avasallado por Manny, quien sacó ahí todo el coraje que había guardado. Golpe a golpe, hasta llegar al round 12, le quitó el alma al tijuanense, quien a partir de ahí cavó su tumba dentro del boxeo, a pesar de que todavía tuvo cuatro peleas más.
