Fue la primera pelea y la que más dolió. Así son los recuerdos que tiene Muhammad Ali de aquella exhibición como profesional celebrada el 29 de octubre de 1960, que duró 6 asaltos, y que la gran leyenda del boxeo ganó a Tunney Hunsaker.
Ese sería el inicio de la marca de 31 victorias consecutivas de Ali, quien en ese año había logrado ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma en la categoría de peso Pesado Ligero.
Conforme pasaron los años, Muhammad Ali recordó aquellos golpes como los más duros que recibió en su carrera, incluso todavía le provocaban ganas de vomitar. Así lo dejó escrito en su autobiografía donde cuenta sus inicios en el boxeo cuando aún se llamaba Cassius Clay, pero que años más tarde cambiaría a Muhammad Alí al abrazar la religión musulmana.
Su rival no fue cualquier persona, Hunsaker era el jefe del departamento de policía en Fayetteville, Virginia Occidental, Estados Unidos. Tenía una reputación bárbara pues legó a ese cargo desde los 27 años y luego de casi tres décadas como policía se retiró. Como boxeador logró 17 victorias, 15 derrotas y un empate.
“Sabía que Clay había ganado los Juegos Olímpicos, así que me enfrentaba a un tipo duro. Pero no conozco a ningún boxeador que subiese al ring pensando que iba a perder. Yo nunca lo hice”, reprodujo Vainty Fair años después.
"I'm young; I'm handsome; I'm fast. I can't possibly be beat." - #MuhammadAli pic.twitter.com/Q7O6OjzSx4
— Muhammad Ali (@MuhammadAli) October 27, 2020
Tenía fama de ser un buen boxeador y prueba de ellos eran los 8 nocauts que logró en su carrera. Sin embargo, el final de su etapa deportiva no fue del todo buena. Fue noqueado por el boxeador Joe Shelton en un décimo round y permaneció en coma durante nueve días, mientras los doctores trataban de salvarle la vida.
“Lo que más recuerdo era su gran tamaño, y sin embargo, lo rápido que era. Usé todos los trucos que tenía, mientras más cosas hacía, más loco se ponía y peleaba mejor”, contó Tunney Hunsaker en una entrevista otorgada en los años 90.
Así fue como inició la carrera del gran Muhammad Ali en el plano profesional y con el destino jugando a su favor.
