Mike Tyson es uno de los mejores boxeadores de la historia, durante muchos años dominó la división de los pesados y se convirtió en una estrella mundial, no solo por su calidad arriba del ring, sino por sus múltiples escándalos debajo de el.
Durante toda su carrera, Mike estuvo envuelto en locuras de todo tipo. Desde mujeres, drogas, golpes, pero lo que más le gustaba eran las compras, una adicción que lo llevó muy lejos.
En su historial, Tyson tiene despilfarros de 7 millones de dólares por un exclusivo collar a finales de los 90, una bañera de oro puro que aún conserva, con valor de 2.3 MDD o sus limosinas de casi 500 mil dólares cada una.
Sin embargo, en lo que más le gustaba soltar dinero era en animales. Durante una entrevista y en un libro autobiográfico, Mike reveló que gastaba más de 400 mil dólares al mes en el mantenimiento y alimentación de aves y gatos exóticos. Pero si de felinos hablamos, hay uno que se robó los reflectores.
En 1996, Tyson se compró un Tigre de Bengala blanco, el cual no se cansaba de presumir. En diversos videos y fotos se observa a la leyenda jugar con el como si fuese una mascota normal.
Según varios relatos, el Tigre un día le mordió el brazo a una de sus vecinas, ocasionando un grave problema legal.
Junto a ese ejemplar, adquirió otros 2, a los cuáles llamó Kenia, Storm y Boris, este último incluso salió en la famosa película 'Qué Pasó Ayer'.
