Han pasado 28 años de aquel 10 de febrero de 1992 cuando el exboxeador Mike Tyson fue declarado culpable de violación. Aquella acusación, de la cual Tyson se sigue diciendo inocente y que pegó fuerte en el deporte mundial, lo llevó a prisión, la cual no pudo evitar tras intentar eludirla con brujería.
Todo inició en 1991, el estadounidense se iba haciendo de fama y lo invitaban a varios programas, uno de ellos el certamen Miss Black América en Indianápolis, para ser parte del jurado. Según versiones de las concursantes, el púgil ‘coqueteó’ con todas; la historia comenzaría a escribirse el 18 de julio de ese año, cuando Tyson citó a la participante Desiree Washington a un paseo en limosina y después a una habitación de hotel en la madrugada del día 19.
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La mujer sólo duró media hora y salió sola, después el 22 de julio denunció que había sido violada. Tyson parecía tener a la jueza a su favor, pues avaló el no incluir en el proceso una cinta aportada por el canal WISH-TV en donde se mostraba a Mike diciendo “debería haber matado a la perra cuando tuve la oportunidad”.
Se citaron testigos, como la conductora de la limosina Virginia Foster, quien declaró que Desirée se veía asustada al salir del hotel. También el médico que atendió a la concursante, Thomas Richardson, dijo que tenía dos abrasiones vaginales.
El diario Indianapolis Monthly transcribió partes de la declaración de Desiree: Tyson dijo “¡me estás excitando!” y ella respondió “no soy como todas esas otras mujeres. No sé para qué crees que vine aquí”. “Quiero ir al baño y luego nos iremos”, agregó la mujer y el boxeador le dijo "está bien". Ella se quitó su braga (pantaleta) ya que aseguró tenía una molestia, “tenía una almohadilla en mi bolso, pensé que podría ponerla más tarde”. Cuando salió del baño vio a Tyson en ropa interior, fue entonces que la llevó a la fuerza hasta la cama y la violó. Agregó que trató de escapar y la golpeó.
Tyson se hundió al cambiar su última versión, ya que había dicho que quería a la mujer y después indicó “le expliqué que solo quería tener sexo. Así soy yo; sólo quiero saber en qué me estoy metiendo antes de hacerlo”; la defensa fue muy novata y luego de 10 horas de deliberación, el 10 de febrero se dio el veredicto de culpabilidad por violación y dos cargos de conducta criminal.
DESESPERADO RECIBIÓ CONSEJOS Y TERMINÓ RECURRIENDO A LA BRUJERÍA
En su autobiografía The Undisputed Truth (La Verdad Indiscutible) contó lo que hizo entre el 10 de febrero de 1992 y la sentencia, el 26 de marzo; Tyson no quería ir a la cárcel, por lo que escuchó varios consejos, unos definitivamente los desechó considerando que sólo querían quitarle su dinero, pero a un acto de brujería sí accedió.
Un amigo cercano de Chicago le habló de una mujer que podía hacer un hechizo que consistía en orinar en un frasco, poner billetes de 500 dólares, dejarlo debajo de la cama tres días y llevárselo a la clarividente que rezaría por él; sin embargo, Mike no aceptó. “Tenía fama de tirar dinero, pero eso era demasiado incluso para mí”, dijo.
Otra opción fue un sacerdote vudú, pero ni siquiera parecía serlo, no tenía ceremonia planeada. “Simplemente escribió algo en un trozo de papel y trató de venderme algo que no hice. Quería que me lavara con un poco de aceite extraño y rezara y bebiera un poco de agua especial. Pero estaba bebiendo el maldito Hennessy. No iba a diluir mi Hennessy (cognac)”, contó.
Fue así que mejor optó por la brujería pidiéndole a un sacerdote de la Santería que la hiciera. “Una noche fuimos al juzgado con una paloma y un huevo. Dejé caer el huevo al suelo cuando se soltó el pájaro y grité ‘¡somos libres!’ Unos días después, me puse mi traje gris a rayas y fui a la corte”.
Tyson intentó convencer de sus buenos actos con la comunidad y reiteró que no intentó violar a la mujer, pero de nada le sirvió, la brujería no funcionó. Recibió multa de 30 mil dólares, 10 años en prisión, cuatro de ellos en libertad condicional, con la obligación de ingresar a un programa psicoanalítico con el Dr. Jerome Miller y realizar 100 horas de trabajo comunitario.
Aunque salió a los cuatro años por buena conducta y cinco meses más tarde volvió a pelear, en agosto 1995 ante Peter McNeeley, bajo el lema “He´s back” (Está de vuelta) en el MGM Grand de Las Vegas con 15 mil espectadores que lo vieron triunfar.
DECLARACIÓN POLÉMICA
Tyson nunca pidió perdón por lo sucedido con la concursante, ya que siempre se dijo inocente, pero en 2003 revivió el tema en una entrevista a Fox News, en la que fue polémico al declarar sobre Desiree Washington: “odio la osadía que tuvo para ponerme en esa situación. Ahora realmente sí desearía haberlo hecho. Ahora realmente quiero violarla”.
