A través de las redes sociales, la deportista Kimia Alizadeh, primer mujer en obtener una medalla olímpica para Irán, denunció la presión que ella tenía por parte del régimen de Teherán.
Ganadora del Bronce en Taekwondo dentro de la categoría 57 kg durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, la atleta dejó de forma permanente su país para irse a Europa.
"Soy una de las millones de mujeres oprimidas en Irán con las que han estado jugando durante años", escribió en sus redes sociales.
Alizadeh acusó al régimen de presión política y de utilizarla como un espejismo, pues recordó algunos de los comentarios que el gobierno iraní ha vertido sobre la mujer deportista, sobre todo en el Taekwondo donde han comentado que "la virtud de una mujer no es estirar las piernas".
"Me llevaron a donde quisieron. Llevaba lo que dijeran. Repetí cada frase que me ordenaron. Siempre que lo creían conveniente, me explotaban. No era importante para ellos. Ninguno de nosotros era importante para ellos, éramos herramientas", expresó.
Apenas este viernes, el jefe de la Federación de Taekwondo de Irán, Seyed Mohammad Pouladgar, afirmó la atleta viajaba por vacaciones y que esta versión la había sostenido con su padre y su entrenador, además de que supuestamente los gastos eran pagados por el gobierno de Irán.
Un día después, Kimia confirmó la decisión de desertar de su país por sus ideales políticos: "no quiero sentarme a la mesa de la hipocresía, la mentira, la injusticia y la adulación".
Y agregó: "Mi espíritu perturbado no encaja con sus sucios lazos económicos y sus apretados grupos de presión política. No deseo nada más que Taekwondo, seguridad y una vida feliz y saludable".
