
El cruce entre Inglaterra y Nueva Zelanda en la Semifinal del Mundial de Rugby regaló dos grandes sorpresas: la primera fue la eliminación del bicampeón de la competición y la segunda, más sorprendente, la desafiante posición que asumió el representativo europeo cuando los All Blacks realizaban su 'haka'.
Comúnmente, cuando el representativo de Oceanía realiza su ritual, los jugadores rivales permanecen en línea recta, uno junto a otro, pero los ingleses decidieron innovar para demostrar que no los iban a intimidar, por lo que se ordenaron para armar una especie de punta de flecha.

“Queríamos mantener una distancia respetuosa, pero no queríamos pararnos en una línea plana y dejar que vinieran a nosotros”, reconoció Owen Farrell, capitán de los ingleses al térmico del juego de este sábado.
“Todos queríamos mostrar que estábamos listos y juntos. Fue algo diferente que creo que surgió del entrenador Eddie (Jones)”, agregó.
Inglaterra avanzó a su cuarta Final del Mundial de Rugby al vencer 19-7 a Nueva Zelanda y su rival será Sudáfrica que este domingo superó 19-16 a Gales.