Sudando la gota gorda este miércoles, el joven maravilla del tenis español, Carlos Alcaraz, tuvo que levantar una pelota de partido en contra para ganarle a su compatriota Albert Ramos dentro de la Segunda Ronda de Roland Garros, donde este mismo día Rafa Nadal dio cátedra.
Alcaraz, de 19 años, sexto sembrado y la gran atracción del circuito esta temporada, superó al veterano Ramos (en el número 44 de la clasificación) por 6-1, 6-7, 5-7, 7-6 y 6-4 tras una batalla épica de 4 horas y 34 minutos de juego en la cancha Simonne-Mathieu.
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El joven español comenzó arrollando a su compatriota, tal y como lo hizo en la Primera Ronda con el argentino Juan Londero en sets corridos, pero Ramos comenzó a hacerle daño a partir del segundo set atacando su revés con pelotas altas, que llevaron al murciano a cometer numerosos errores (74 en todo el partido, por 54 de su rival) y perder los dos siguientes parciales.
Ramos, de 34 años y con más de 550 batallas en el circuito, llevó a Alcaraz a una situación límite al disponer de una bola de partido en el cuarto set. La salvó y forzó el quinto, aunque no se acabó el sufrimiento para Alcaraz, que en el parcial decisivo volvió a verse 0-3 abajo en el marcador.
"Ahí me puse un poco nervioso, pero me encanta jugar este tipo de batallas y sabía que si la salvaba todo podía cambiar", admitió Alcaraz en conferencia de prensa.
El joven español usó esa derecha que ya le ha llevado a hacerse un nombre en el circuito -y unido a los problemas físicos de Ramos en el tramo final-, el murciano cerró el partido tras una batalla épica que él mismo definió como "el partido más largo de mi vida" y "una lección para el futuro".
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