La Philliphe Cathrier abrió las puertas de otro torneo en Roland Garros. Comenzaron las semifinales y dos jóvenes tenistas buscaban llegar a la final del torneo francés, el alemán Alexander Zverev y el griego Stéfanos Tsitsipas.
Bola al aire, primeros golpes y un público expectante, ansioso por ver cómo se iba a desenvolver este encuentro con dos competidores de nombre pero con muchas competencias todavía por disputar.
El primer set balconeó a los participantes, que comenzaron la semifinal muy nerviosos, tirando pelotas hacia fuera y cometiendo dobles faltas. Difícilmente conectaban más de 3 golpeos seguidos. Con ello, Tsitsipas, se conectó primero al partido, propiciando varios golpes punzantes, como rayos, que Zverev no pudo contener. El alemán reaccionó tarde y ello le costó los primeros dos capítulos que el 'Rayo' griego se llevó por 6-3.
Para el tercer set, Zverev consiguió conectar lo que no podía, puso sus ideas en orden y los rayos de Tsitsipas chocaron contra la pesada manga alemana, que se impuso 6-4 en el tercer y cuarto episodio para mandar el duelo al desempate. El griego tenía que hacer algo al respecto, así que decidió parar el encuentro e ir a los vestuarios.
Llegó el momento de definirlo todo, los jóvenes tímidos del comienzo se convirtieron en dos titanes sobre la Chatrier, enfrente de un público que no paraba de aplaudir el esfuerzo de ambos. Zverev comenzó pegando primero, sin embargo, el tenista griego le remontó un 0-40 inicial para terminar derrocando la muralla alemana con un último derechazo implacable y llegar a las puertas del Olimpo de Roland Garros por primera vez: la final.
