Dominick Reyes, peleador de ascendencia mexicana, fracasó en su intento de arrebatarle el título de pesos semipesados a Jon Jones en una polémica pelea que se desarrolló en el Toyota Center en Houston.
Reyes fue un digno contrincante ante el campeón, pero los jueces decidieron darle la victoria a Jones por tarjetas de 49-46, 48-47 y 48-47, a pesar de que se le vio superior en especial en los primeros tres rounds.
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Dom salió desde el inicio a darlo todo e incluso puso en complicaciones a Jones, lo que obligó a este a dar algunas patadas para tratar de poner distancia y tomar un respiro. Mucha potencia del retador que desde antes había mostrado su animadversión al monarca al mencionar que es "una mala persona".
El segundo episodio también fue para el peleador de ascendencia mexicana, quien aprovechó su potente zurda para causar daño a su oponente. Jones no se animó a entrar al intercambio de golpes para no salir dañado.
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Jones se vio obligado a reaccionar en el tercer round, en el que empezó a empujar a Reyes, aunque sin gran convicción, pues este siempre le respondió a los avances que intentó.
La mejora del campeón fue más notoria en el cuarto asalto, en el que buscó la sumisión de su oponente, aunque sin éxito. Incluso Reyes logró contactar algunos golpes que sacudieron a su rival.
In-ten-so... #UFC247 pic.twitter.com/TTRBulc0Mu
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Ya en el último episodio, el intercambio fue menos intenso, aunque eso no limitó a Jones, quien basó su táctica en buscar la sumisión, cosa que no logró y llevó a las tarjetas en donde los jueces se ganaron un sonoro abucheo por sus resultados.
