Después de haber dado una exhibición autoritaria sobre el octágono del UFC 190, noqueando en 34 segundos a la brasileña Bethe Correia, la Campeona Mundial de Peso Gallo, Ronda Rousey, decidió tomarse un tiempo para ir a ver un partido de fútbol en Brasil.El Estadio Maracaná recibió el partido entre Flamengo y Santos, en el que la famosa peleadora estadounidense decidió apoyar a los locales, vistiendo la característica camiseta rojinegra del "Fla".
Al momento de aparecer en la pantalla gigante del estadio, los asistentes dedicaron una gran ovación a "Rowdy", quien se dio tiempo de convivir con los aficionados, firmar autógrafos y tomarse algunas fotografías.El encuentro, al que Rousey asistió junto a uno de sus compañeros en la UFC, el carioca Jose Aldo, terminó con empate a dos, sin embargo, ello no fue motivo para que el ánimo disminuyera en la gente alrededor de la Campeona, que incluso se dio tiempo de intentar algunos movimientos de samba.
