Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
La enorme rivalidad entre los Raiders y Chiefs se trasladó a las gradas del Arrowhead Stadium este jueves al final del partido divisional que abrió la Semana 14 de la NFL.
El triunfo de Kansas City, el cual los convirtió en nuevos líderes del Oeste, no le cayó nada bien a los “Malosos” y vaya que mostraron su descontento.
El disturbio comenzó con empujones y escaló a puñetazos y a la caída de varias personas sobre las filas y asientos de las gradas, incluyendo a una mujer.
La policía calmó las aguas instantes después, pero los aficionados de los Raiders siguen demostrando que no solo son peligrosos en su Hoyo Negro.
