
Hace días The Washington Post publicó la historia de Ruth Card y su esposo, Greg Grace. El matrimonio estadounidense se hizo eco en el mundo porque recibieron una llamada de, supuestamente, su nieto Brandon, quien aseguraba estar en la cárcel y necesitar efectivo para pagar la fianza. La voz, era idéntica a la de su familiar, por lo que no dudaron en ayudarlo.
Ambos pasaron por varios bancos para conseguir el dinero que les habían solicitado. En el primero lugar sacaron 2 mil 207 dólares. Posteriormente, en la segunda, les advirtieron que podía ser una estafa. Ahí les surgió la duda, aunque no daban crédito, ya que la voz era igual a la de Brandon.
La advertencia en el segundo banco los llevó a conocer la verdad: estaban siendo víctimas de una estafa, la cual estaba funcionando porque los delincuentes clonaron la voz de su nieto gracias a la inteligencia artificial (IA).
El lado negativo de la IA
Este tipo de ciberataques están aumentando considerablemente en Estados Unidos y Europa, ya que gracias a los avances recientes de la IA, estos delitos son más fáciles de realizar.
Gracias a esta tecnología, los delincuentes pueden llevar a cabo una estafa telefónica con mayor porcentaje de éxito, ya que la IA es capaz de imitar la voz de una manera convincente.
Asimismo, cabe señalar que utilizar los softwares que lo hacen posible no son difíciles de utilizar, algo que facilita aún más la labor de quienes buscar obtener un beneficio haciéndose pasar por alguien.