
A lo largo de la historia y el estudio de la anatomía humana, se han detectado que aún se dan cambios en el cuerpo incluso después de perder la vida. Un estudio publicado en la revista Scientific Reports, arrojó que un grupo de células específicas dentro del cerebro, siguen creciendo post-mortem.
Este estudio, realizado en la Universidad de Illinois en Chicago, se refiere a las células gliales, las cuales son parte del tejido nervioso junto a las neuronas, las cuales siguen creciendo horas después de la muerte de la persona.
Ello se detectó debido a una investigación de la expresión génica del tejido encefálico, el cual fue recolectado a pacientes durante cirugías de rutina, precisa el diario Clarín de Argentina.
Además, fueron detectados un grupo de genes que incrementan su actividad después de la muerte de un ser humano y alcanzan su nivel máximo de actividad unas 12 horas posteriores al fallecimiento. A su vez, estos genes se asocian a las células gliales que al igual que las neuronas, forman parte del tejido nervioso del cerebro, en el cual tienen una función auxiliar.
HALLAZGOS QUE PUEDEN SERVIR PARA ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS
En el mismo estudio, se precisó que este tipo de descubrimientos, en los cuales se utilizan tejidos cerebrales humanos post-mortem, sirven para avanzar en el desarrollo y descubrimiento de tratamientos y curas para enfermedades neurodegenerativas como el Azlheimer o transtornos como el autismo y la esquizofrenia.
Sin embargo, hasta antes de este descubrimiento, siempre se utilizaban células muertas del cerebro, con lo que al encontrar células vivas tras el fallecimiento de la persona, ello puede abrir nuevas ventanas para curas y tratamientos.