La elefanta Mara ya se encuentra en el santuario de Brasil para comenzar el periodo de adaptación después de un viaje de cuatro días y dos mil 700 kilómetros y celebró su llegada con un baño de tierra y agua para también descansar de la travesía.
El traslado de la elefanta fue singular, ya que con ello termina un viaje tras su nacimiento hace aproximadamente 50 años en la India. Ya que después de vivir en Asia, pasó a Alemania, Uruguay y recorrió Argentina hasta llegar al Ecoparque de Buenos Aires.
Mara no fue incentivada para dejar la caja en la que la trasladaron para que ella misma comenzará a sentirse segura en el Santuario de Elefantes de Brasil en la ciudad de Chapada dos Guimaraes. Empezó a abandonarla con pasos tímidos mientras Scott Blais, director ejecutivo del recinto la rociaba con agua para que el entorno fuera más amigable.
"Es razonable que se sienta insegura porque está en un lugar desconocido, hay que darle tiempo a que salga de la caja, no hay que apurarla. Hay que darle el tiempo que sea necesario", dijo.
La paquiderma comenzó el entrenamiento de ingreso y salida de la caja que la transportó desde enero, donde le colocaban los alimentos para que fuera familiarizándose, ya que el protocolo dice que debe entrar de manera voluntaria y no a golpes como sucedía antes.
