El mundo entero, y en especial los fieles creyentes de la iglesia católica, se encuentran al pendiente del estado de salud del Papa Francisco desde hace varias semanas. A pesar de que se había anunciado que ya había mejorado, tal parece que aún tendrá que pasar tiempo en el hospital.
El pasado viernes 28 de febrero se dio la noticia de que el Papa sufrió una crisis "aislada" de broncoespasmo y un "repentino" empeoramiento de su cuadro respiratorio de Roma.
A pesar de esto, la Santa Sede informó que la terapia había salido "bien" a la terapia el pasado viernes. Sin embargo, su situación ha cambiado este lunes, lo que alarma al mundo.