
Armenia y Azerbaiyán firmaron un acuerdo, bajo los auspicios de Rusia, para poner fin a semanas de combates encarnizados por el control de Nagorno Karabaj, después de una serie de victorias azerbaiyanas en su lucha por recuperar la disputada región.
Desde finales de septiembre se han librado los combates más sangrientos en casi 30 años entre los separatistas armenios de Nagorno Karabaj y el ejército azerbaiyano.
"El 9 de noviembre, el presidente de Azerbaiyán (Ilham Aliyev), el primer ministro de Armenia (Nikol) Pashinian y el presidente de la Federación de Rusia firmaron una declaración anunciando un alto el fuego total y el fin de todas las acciones militares en la zona de conflicto de Nagorno Karabaj a partir de la medianoche del 10 de noviembre, hora de Moscú", anunció Vladimir Putin el lunes por la noche a los medios de comunicación.
Tras este acuerdo, que entró en vigor a las 21H00 GMT del lunes, los beligerantes mantienen "las posiciones que ocupan", según Putin.
Rusia está desplegando a casi 2 mil soldados de paz para garantizar el cumplimiento del texto, que prevé que Azerbaiyán recupere varios distritos que estaban fuera de su control y el mantenimiento de un corredor terrestre entre los territorios todavía bajo control separatista y Armenia.
El ministerio de Defensa ruso detalló a las agencias rusas el despliegue de mil 960 efectivos y 90 vehículos blindados. Putin dijo que espera que este acuerdo desemboque en "la creación de las condiciones necesarias para una solución" al conflicto.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, lo tachó de "capitulación" de Armenia. "Dije que expulsaríamos (a los armenios) de nuestra tierra como perros, y lo hicimos", dijo, tratando al primer ministro armenio de "cobarde" por no haber firmado la declaración frente a las cámaras.
En un comunicado subido a su página de Facebook, Pashinian afirmó que es una decisión "increíblemente dolorosa para mí y para nuestro pueblo".
Poco después del anuncio, miles de manifestantes se congregaron frente a la sede del gobierno armenio y cientos de ellos entraron, rompieron ventanas y saquearon oficinas, sobre todo la sala del consejo de ministros. Lo mismo sucedió con la sede del Parlamento.