
"Es mejor darse cuenta de que apoyas a los Wolves... Y lo peor, también es darse cuenta de que apoyas a los Wolves", así de simple pero profunda fue la respuesta de Robert Anthony Plant al cuestionarlo sobre su fanatismo por el Wolverhampton Wanderers, club del que está perdidamente enamorado desde los siete años de edad.
En 1974, Robert Plant puso en riesgo su matrimonio todo por apoyar y festejar el título de la entonces Copa de la Liga que los Wolves conquistaron, y desapareció del radar de su esposa durante los tres días que duró la celebración.
"La pasión por Wolverhampton arruinó mi matrimonio por un tiempo. Es amor por algo que no sé cómo explicar. Me encanta hasta la muerte ", narró en alguna entrevista al Birmingham Mail.
Robert Anthony Plant nació un 20 de agosto de 1948, y antes de ser el mítico vocalista de Led Zeppelin y una leyenda del rock mundial, el Dios Dorado tuvo, en 1955, un encuentro con la manada.
Sentado en la espalda de su padre, quien lo llevaba al Estadio del Molineux, tuvo la fortuna de que Billy Wright, la leyenda de los Wolves, lo saludara directamente... y ahí comenzó todo.
Y aunque nació en West Bromwich, Staffordshire, Robert creció y vivió la mayor parte de su juventud en Wolverhampton, situada en la región de West Midlands, ahí donde se convirtió en uno más de la manada naranja, misma donde actualmente milita el delantero mexicano Raúl Jiménez.
En 1996 y tras un par de años de amistad y trabajo con Jimmy Page, se convirtió en el cantante de Led Zeppelin y no solo eso, ese mismo año presentaron su álbum homónimo, sin embargo ni eso fue capaz de alejarlo de las canchas y del futbol.
"Es una locura, pero se convirtió en una medicina para mí. Solía ir a las gradas a principios de la década de 1970 y mezclarme con otras 15,000 personas. Estaba superando el hecho de que si iba a otro lugar del planeta, tenía que caminar con seguridad. Allí, por el contrario, era alguien más cayendo en la multitud. Hubo algunas veces con Led Zeppelin cuando misteriosamente sentí un dolor de garganta y regresé a tiempo para ver el juego. ¡Y milagrosamente, estaba completo al día siguiente!", declaró para el New Times.
Actualmente Robert Plant es vicepresidente honorario del Wolverhampton Wanderers y ha participado en algunos juegos de exhibición donde sin duda también se ha convertido en el aullido más afinado en la historia de los Wolves. ¡Felices 71 años de vida, crack!