
Es conocido que el consumir alcohol es un problema de salud por sí solo, sin embargo, hay ciertos momentos y lugares donde tener esta ingesta representa un riesgo aún mayor, como en el caso de un viaje en avión, donde el personal de la aerolínea suele ofrecer las bebidas a sus clientes.
De acuerdo a un estudio de la revista Thorax, la combinación de estos productos con tripulantes que se duermen en vuelos de larga duración ocasiona que debido a la presión atmosférica por la altitud se disminuya el oxigeno en la sangre, por lo cual la frecuencia cardíaca se eleva inevitablemente, y mientras más tiempo pase esto puede ser peor, por lo que recomendaron no ofrecer estas bebidas a las personas.
Las conclusiones de esta investigación se dieron después de hacer un experimento con personas de entre 18 y 40 años, a quienes dividieron en cuatro grupos dentro de laboratorios de sueño, probando a todos tras haber tomado cantidades moderadas de alcohol o no y simulando condiciones de altitud normales, así como las de una aeronave.
Los resultados demostraron que aquellas personas dormidas con la combinación de alcohol y altitud crucero experimentaron una baja de oxígeno en sangre a un promedio de 85 por ciento y por ende una subida de su ritmo cardíaco a 88 pulsaciones por minuto. Esto no sucedió con los que no habían tomado estas bebidas. De acuerdo a los médicos, un nivel menor a 90 por ciento no se considera saludable.
Hace poco salió salió un estudio sobre los efectos del alcohol durante vuelos de avión sobre la saturación de oxígeno y el sueño. Desde @sciencemedia_es me han consultado sobre el tema y aquí dejo mis comentarios sobre ???? ???? durante ✈️ largos y en ????
— Esteban Ortiz (@EstebanOrtizMD) June 4, 2024
Cc: @IzquierdoCondoy… https://t.co/d7RkgqSbBy
¿Todas las personas corren riesgo con estas prácticas?
Evidentemente la población en riesgo como los adultos mayores o personas con enfermedades cardíacas ya diagnosticadas corren un riesgo aún mayor con estas prácticas, sobre todo mientras más alcohol se ingiera, pero las pruebas revelaron que esto es un problema incluso en jóvenes sanos con una buena salud.
"La combinación del alcohol con el sueño en condiciones hipobáricas supone una tensión considerable para el sistema cardíaco y podría provocar una exacerbación de los síntomas en pacientes que ya tengan enfermedades cardíacas o pulmonares”.