Sin duda, las fiestas y reuniones son eventos en los que la gente suele disfrutar con una o varias copas de alcohol, sin embargo, la cruda del día siguiente es una de las cosas más incómodas que suelen vivir en el post-celebración. Si ya estás en tus treintas y sientes que la resaca te pega más que en tus veintes es importante que sepas que no te lo estás imaginando, y aquí te explicaremos por qué sucede esto.
De acuerdo a un estudio realizado por el grupo inglés Redemption, la cruda aumenta a partir de los 30 años, por lo que es importante mantener una buena condición física, sana alimentación y buen descanso para mitigar los efectos de esta.
¿Qué dicen los expertos?
Algunas instituciones como el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos y el Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA) indican que las encimas del hígado no son tantas como a los 20, por lo que el procesado del alcohol es más lento y los niveles de este en la sangre aumentan de forma importante.
Por su parte, George F. Koob, director del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo de Estados Unidos, señaló en una entrevista con el Huffington Post que "A medida que uno envejece, el metabolismo cambia. También se cree que la neuroplasticidad (la capacidad de la función neuronal para recuperarse) se desacelera".
En torno al tema, el psicólogo estadounidense, Brad Lander, especialista en acciones en la Universidad Estatal de Ohio explicó que conforme vamos envejeciendo el alcohol puede generar problemas con el equilibrio y, asimismo, disminuir la capacidad de reacción en accidentes como resbalones o caídas.
¿Qué hacer para que no pegue tanto la cruda?
Los expertos recomiendan beber mucha agua antes, después y si es posible, durante la ingesta de alcohol para mantener el cuerpo hidratado. El vital líquido también permite expulsar las toxinas más rápido mediante la orina.
