
Un nuevo estudio desafía la teoría establecida por Stephen Hawking en 1976 sobre la radiación de los agujeros negros. Investigadores de la Universidad de Radboud de Nimega proponen que la radiación de Hawking no se limita solo a los agujeros negros, sino que puede aplicarse a todo tipo de objetos cosmológicos pesados que curvan el espacio-tiempo.
El origen de la radiación de Hawking
Stephen Hawking planteó en los años setenta la existencia de una radiación invisible, conocida como radiación de Hawking, emitida por los agujeros negros que consume su energía hasta su eventual "evaporación". Esta teoría se basa en la existencia de partículas y antipartículas creadas a partir de la energía de base del vacío en el universo.
El nuevo estudio revela que no todas las partículas y antipartículas creadas se fusionan, como se pensaba previamente. Los investigadores sugieren que la curvatura del espacio-tiempo causada por objetos pesados, como los agujeros negros y los restos de estrellas muertas, puede desencadenar la liberación de una partícula y la absorción de energía por parte del objeto.
#SabiasQue Stephen Hawking predijo que los agujeros negros emiten radiación por efectos cuánticos ⚛️.
— Planetario de Madrid (@PlanetarioMad) January 8, 2020
⚠️ A esta radiación se la conoce como radiación de Hawking y todavía no ha sido observada experimentalmente.
???? Crédito de la imagen: Gregg Dindermann.#AprenderPlanetario pic.twitter.com/HgQAhDTFkB
La nueva teoría de los científicos holandeses
Según esta nueva teoría, la radiación de Hawking podría extenderse a todo el universo, no solo a los agujeros negros. Si se confirma, llevaría a la conclusión de que, con el tiempo, todo el universo se evaporaría, similar al proceso de evaporación de los agujeros negros.
Es importante destacar que estas teorías aún no son demostrables y que, según Hawking, los agujeros negros producidos por estrellas muertas tardarían cien trillones de años en comenzar a evaporarse, mientras que los agujeros negros supermasivos podrían tardar un sextillón de años. A partir de ese punto, el proceso de evaporación sería extremadamente lento, aunque no eterno.