
El estratega de La Seleección Nacional de Costa Rica, Miguel Herrera, estuvo como invitado en el podcast de Yosgart Gutiérrez, "El RePortero". Ahí, compartió detalles sobre su paso por la Selección mexicana.
Asimismo, habló sobre aquel incidente con Christian Martinoli que le costó su despido definitivo del cuadro tricolor, aún después de haber hecho un gran papel durante el Mundial de Brasil 2014, en donde fueron eliminados por Países Bajos.
Miguel Herrera dice que no le debe nada a nadie
El ahora entrenador de Costa Rica, Miguel Herrera, aseguró que durante su paso por la Selección mexicana no quedó a deberle nada a nadie, pues aseguró que cumplió con cada una de las tareas que le encomendaron.
No obstante, sí confesó que si hay algo de lo que se arrepiente es del momento en que golpeó a Martinoli, pues para él fue una acción que no iba acorde al puesto que sostenía:
"El jodido fue ese, ahí en Philadelphia, en el aeropuerto que yo, sinceramente y lo he dicho muchas veces, lo quise arreglar. Si algún día te cruzas con Luis García pregúntaselo porque tres veces le dije, lo arreglamos, lo platicamos y ese mono que anda suelto en mi cabeza de repente toca cables que no debe tocar y ese día los tocó y fue algo que como yo siempre he dicho las cosas que he hecho malas me han enseñado con golpes fuertes, pero no le debo nada a nadie porque me las han cobrado".
"En Selección me pidieron tienes que ser campeón de la Copa de Oro, llevar al equipo al Mundial y hacer un buen Mundial y creo que las tres cosas las hice. Después tuve una situación tonta mía, de mi parte, por el lugar, nunca diré que no porque estoy defendiendo a mi hija y mis hijas y mi familia siempre serán lo primero, pero tonta porque del lugar donde estaba no tenía que haberlo hecho. A final de cuentas me cobró factura".

Finalmente, aseguró que la razón por la que no pide más perdón es porque, para él no tiene caso hacerlo tantas veces, sino que es más importante aprender de los errores y no volver a equivocarse:
"Sí la caj***. No quedé a deber ni madres. Yo pagué a pagos muy altos y fuertes para mí, pero yo no le debo nada a nadie. Mis cag*** las pagué. No tratar de equivocarme otra vez igual, porque no puedo estarlo haciendo. No puedo decir "la cag**, la cag** y perdón, perdón. No, la cagaste, te dio un golpe fuiste, aprende, para que no tengas que volver a pagar con algo que te cuesta mucho", concluyó.