Por su ubicación geográfica, México se encuentra en una región propensa a sufrir sismos, lo que lleva a que, en promedio, 90 veces al año se presenten con magnitudes superiores a los 4 grados en la escala de Richter, tal y como ocurrió este viernes 28 de febrero, cuando se dio uno que alcanzó los 5.1, de acuerdo al Servicio Sismológico Nacional (SSN).
En redes sociales habitantes expresaron su sorpresa, aunque no a nivel general, pues hubo zonas, como en el centro de la Ciudad de México, donde la sacudida fue imperceptible.
¿Por qué tiembla en México?
Entre cinco placas tectónicas (Placa Norteamericana, la Placa del Pacífico, la Placa de Cocos, la Placa del Caribe y la Placa de Rivera), es habitual que el territorio nacional sufra sacudidas que pueden dejar daños o no a la infraestructura.
La mayoría de los sismos en México son resultado de la subducción de la Placa de Cocos bajo la Placa Norteamericana a lo largo de la costa del Pacífico mexicano, por lo que hay una vigilancia importante en la zona, dado que una fuerte sacudida podría dejar daños importantes en ciudades clave como la capital del país, Puebla o Guadalajara, por mencionar algunas.
¿Qué hacer en caso de un sismo?
El Centro de Prevención de Desastres (CENAPRED) reveló el procedimiento que se debe seguir en caso de que se registre alguna sacudida:
- Mantener la calma y buscar un lugar de protección.
- Protegerse debajo de un objeto firme.
- Cortar la energía eléctrica y cerrar las llaves de paso de agua y gas.
- Elejarse de edificios, postes y cables eléctricos cuando te encuentres en la calle.