Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
La trágica muerte de Davide Astori conmovió al mundo del futbol y, por obvias razones, a sus compañeros de la Fiorentina, club del que era capitán.
Una de las muestras más emotivas la realizó Riccardo Saponara, también jugador de la Viola que compartió una carta en redes sociales y para la que, honestamente, hay muy poco que agregar.
“Oh capitán, mi capitán.
“¿Por qué no bajaste para desayunar con nosotros? ¿Por qué no sacaste tus zapatos de la habitación de Marco (Sportiello) y bajaste para tomar tu jugo de naranja como lo hacías siempre?
“Ahora nos dicen que la vida sigue y que tenemos que seguir hacia adelante para levantarnos otra vez, pero ¿qué sabor tendrá tu ausencia?
“¿Quién llegará cada mañana a la cafetería para calentar el ambiente con su sonrisa? ¿Quién nos preguntará lo que hicimos la noche anterior para reírnos? ¿Quién llamará la atención de los jóvenes y le dará sentido de responsabilidad a los veteranos? ¿Quién formará el círculo para jugar a “dos toques” y quién volverá loco a Marco en la play?
“¿Con quién vamos a debatir sobre los episodios de Masterchef, restaurantes fiorentinos, series de televisión o partidos disputados?
“¿En quién me apoyaré en el almuerzo después de una sesión de entrenamiento agotadora?
"Vuelve, todavía tienes que terminar de ver LaLaLand para analizarla como lo hacías con todas las peliculas.
“Vuelve a Florencia, te están esperando para que firmes tu renovación y reconocer lo bueno y positivo que todos los días nos brindas a nosotros.
“Sal de esa maldita habitación, te estamos esperando mañana en la reanudación del entrenamiento…
“En la vida hay personas que conoces por mucho tiempo, pero con la que nunca terminas de crear un vínculo. Y también están aquellos que son como Davide, que inmediatamente te hacen sentir bienvenido con un simple ‘Bienvenido a Florencia, Ricky’.
“Donde quiera que estés ahora, continúa defendiendo nuestra portería e iluminando el camino correcto desde la línea de atrás. Oh capitán, mi capitán. Por siempre mi capitán”.
Una de las muestras más emotivas la realizó Riccardo Saponara, también jugador de la Viola que compartió una carta en redes sociales y para la que, honestamente, hay muy poco que agregar.
“Oh capitán, mi capitán.
“¿Por qué no bajaste para desayunar con nosotros? ¿Por qué no sacaste tus zapatos de la habitación de Marco (Sportiello) y bajaste para tomar tu jugo de naranja como lo hacías siempre?
“Ahora nos dicen que la vida sigue y que tenemos que seguir hacia adelante para levantarnos otra vez, pero ¿qué sabor tendrá tu ausencia?
“¿Quién llegará cada mañana a la cafetería para calentar el ambiente con su sonrisa? ¿Quién nos preguntará lo que hicimos la noche anterior para reírnos? ¿Quién llamará la atención de los jóvenes y le dará sentido de responsabilidad a los veteranos? ¿Quién formará el círculo para jugar a “dos toques” y quién volverá loco a Marco en la play?
“¿Con quién vamos a debatir sobre los episodios de Masterchef, restaurantes fiorentinos, series de televisión o partidos disputados?
“¿En quién me apoyaré en el almuerzo después de una sesión de entrenamiento agotadora?
"Vuelve, todavía tienes que terminar de ver LaLaLand para analizarla como lo hacías con todas las peliculas.
“Vuelve a Florencia, te están esperando para que firmes tu renovación y reconocer lo bueno y positivo que todos los días nos brindas a nosotros.
“Sal de esa maldita habitación, te estamos esperando mañana en la reanudación del entrenamiento…
“En la vida hay personas que conoces por mucho tiempo, pero con la que nunca terminas de crear un vínculo. Y también están aquellos que son como Davide, que inmediatamente te hacen sentir bienvenido con un simple ‘Bienvenido a Florencia, Ricky’.
“Donde quiera que estés ahora, continúa defendiendo nuestra portería e iluminando el camino correcto desde la línea de atrás. Oh capitán, mi capitán. Por siempre mi capitán”.
