Editorial Mediotiempo
Arena Samara
Apenas sonó el silbatazo final del italiano, Gianluca Rocchi, y Juan Carlos Osorio decidió no pisar más su área técnica ni el campo donde México fue eliminado por Brasil en los Octavos de Final de Rusia 2018.
Apenas los jugadores aztecas comenzaban a digerir el trago amargo de la eliminación y el colombiano no se acercó a sus jugadores, que algunos se quedaron varios minutos sobre la cancha de la Arena Samara.
Mejor lo hicieron miembros de su cuerpo técnico y hasta Héctor Moreno, suspendido por amarillas para este duelo, y quien inmediatamente bajó a apoyar a sus compañeros.
Brasil ganó 2-0 a México, lo dejó fuera de Rusia 2018 en una tarde más que tensa para el colombiano, quien vivió el cotejo muy a su manera, gritando, aplaudiendo, regañando, pero casi siempre al filo de su área técnica.
Osorio casi no se sentó en el banquillo y se la pasó la mayoría del tiempo en cuclillas en la punta derecha de su área técnica.
Edson Álvarez fue el jugador que más regañó, lo hizo en dos ocasiones, mientras que con Jesús Gallardo aprovechó que dos veces se acercó a tomar agua y ahí habló con él.
En otros momentos saltó, se quedó por otros lapsos únicamente parado y con las manos en las bolsas del pantalón, hasta que decidió cambiar de banda a Carlos Vela e Hirving Lozano.
En la primera parte recibió algún consejo de su auxiliar, Humberto Sierra, y antes del descanso paró a calentar a Oribe Peralta y Raúl Jiménez.
Para el segundo tiempo, Osorio estuvo tranquilo hasta el minuto 51’, cuando Neymar abrió el marcador; se fue a su banca, duró tres segundos sentados y ordenó el ingreso de Jonathan dos Santos.
En la misma parte complementaria, la postura cambió a manos en la parte de atrás y cuclillas en la izquierda del área técnica.
Reclamó en un par de ocasiones y más cuando Neymar fingió una falta.
Tras el 2-0 volvió a sentarse, pero de nuevo solamente unos segundos y así despedirse de Rusia 2018.
Apenas los jugadores aztecas comenzaban a digerir el trago amargo de la eliminación y el colombiano no se acercó a sus jugadores, que algunos se quedaron varios minutos sobre la cancha de la Arena Samara.
Mejor lo hicieron miembros de su cuerpo técnico y hasta Héctor Moreno, suspendido por amarillas para este duelo, y quien inmediatamente bajó a apoyar a sus compañeros.
Brasil ganó 2-0 a México, lo dejó fuera de Rusia 2018 en una tarde más que tensa para el colombiano, quien vivió el cotejo muy a su manera, gritando, aplaudiendo, regañando, pero casi siempre al filo de su área técnica.
Osorio casi no se sentó en el banquillo y se la pasó la mayoría del tiempo en cuclillas en la punta derecha de su área técnica.
Edson Álvarez fue el jugador que más regañó, lo hizo en dos ocasiones, mientras que con Jesús Gallardo aprovechó que dos veces se acercó a tomar agua y ahí habló con él.
En otros momentos saltó, se quedó por otros lapsos únicamente parado y con las manos en las bolsas del pantalón, hasta que decidió cambiar de banda a Carlos Vela e Hirving Lozano.
En la primera parte recibió algún consejo de su auxiliar, Humberto Sierra, y antes del descanso paró a calentar a Oribe Peralta y Raúl Jiménez.
Para el segundo tiempo, Osorio estuvo tranquilo hasta el minuto 51’, cuando Neymar abrió el marcador; se fue a su banca, duró tres segundos sentados y ordenó el ingreso de Jonathan dos Santos.
En la misma parte complementaria, la postura cambió a manos en la parte de atrás y cuclillas en la izquierda del área técnica.
Reclamó en un par de ocasiones y más cuando Neymar fingió una falta.
Tras el 2-0 volvió a sentarse, pero de nuevo solamente unos segundos y así despedirse de Rusia 2018.
#VamosConTodo
— Televisa Deportes (@TD_Deportes) 2 de julio de 2018
Existen malos actores, y después está Neymar
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