- El estratega aseguró que llegó para ganar
- Sólo uno o dos hombres serán los refuerzos
Salió de un retiro provisional para enfundarse en los colores del América. Manuel Lapuente sonríe y disfruta cada momento de su regreso, sabe de la presión que existe en el equipo, de las promesas que tiene que hacer para afianzarse en él. Entonces no duda, abre la boca con solidez para que sus palabras no se escuchen dudosas, para que sus promesas no se las lleve el aire y que una afición que pide con ansias una nueva corona pueda creerlas.
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