
La agencia Cheil México dio a conocer los los resultados de su Primer Estudio de Hábitos de Consumo en Gaming en México y Latinoamérica, investigación que se realizó e siete países y que demostró que las mujeres juegan un rol tan importante como los hombres, además de que el país norteamericano tiene una participación muy relevante en los e-sports.
De acuerdo a la información compartida, se buscó revelar el perfil, los comportamientos y las expectativas de los jugadores en la región, así como las oportunidades de negocio que puede representar la industria. Para las marcas se trata de un mapa para comprender y conectar con una de las audiencias más influyentes y dinámicas del entretenimiento digital.
Para lograrlo, se contó con la participación de más de 1,400 personas en nueve países: México, Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Chile, Guatemala, Costa Rica y Panamá. La metodología empleada fue CAWI (entrevistas web asistidas por ordenador) en paneles online, lo que permitió recopilar datos confiables sobre perfiles de jugadores, hábitos de consumo, plataformas, dispositivos, estilo de vida y tendencias clave.
Hombres y mujeres se adentran al gaming casi por igual
Uno de los hallazgos más significativos es que el gaming en Latinoamérica es un espacio de paridad: 48.11% mujeres y 51.89% hombres, lo que derriba mitos y confirma que se trata de una industria inclusiva. El ecosistema también muestra una creciente diversificación: el 43.4% de los gamers consume e-sports y el streaming se ha consolidado como la actividad complementaria más popular. Además, solo 12.4% rechaza la presencia de marcas, lo que abre la puerta a que más compañías participen en este espacio, siempre que aporten experiencias auténticas y relevantes.
México, como uno de los mercados más importantes de la región, presenta matices propios. Aquí también se confirma la paridad, con 49.53% de mujeres y 50.67% de hombres gamers. Más de la mitad de los jugadores mexicanos cuenta con formación universitaria, lo que los vuelve más críticos respecto al contenido que consumen y más exigentes frente a las experiencias que esperan.

La experiencia de juego en México está marcada por la perspectiva generacional y de género. Mientras que el 54% de los hombres ha jugado por más de diez años, el 42.5% de las mujeres se incorporó hace menos de cinco. Para la Generación Z, la conexión emocional con los personajes es central, mientras que los Millennials priorizan la complejidad de las dinámicas del juego.
En cuanto a los e-sports, aunque el 82% de los gamers mexicanos afirma conocer al menos un título de este tipo, solo el 23% puede describir con precisión sus características. Aun así, México se posiciona como el segundo país con mayor participación en e-sports en la región, lo que lo convierte en un mercado con un enorme potencial de desarrollo.
Otro hallazgo clave está en el vínculo con las marcas: el 51% de los gamers mexicanos afirma disfrutar de su presencia, siempre que se integren de manera natural y aporten valor. Esta apertura se refleja en el consumo, ya que el 85.67% de los gamaers ha realizado compras dentro de un juego, ya sea a través de anuncios o en la tienda digital.

El consumo de contenido también revela tendencias importantes. Aunque el 37% de los gamers sigue a influencers o streamers, casi la mitad reconoce que son los últimos en los que confiarían para recibir recomendaciones sobre un nuevo título. En contraste, la narrativa y las historias que transmiten las marcas aparecen como factores decisivos para captar la atención de los jugadores mexicanos.
“En Cheil creemos que el gaming ya no es solo entretenimiento, sino un espacio que refleja la cultura, la economía y la forma en que nos relacionamos. México y Latinoamérica destacan por su dinamismo y diversidad gamer, lo que abre una oportunidad enorme para que las marcas generen conexiones auténticas. Este estudio nos permite pasar de suposiciones a datos reales y construir estrategias que respondan de manera precisa a las expectativas de los jugadores” mencionó Arnold Lee, CEO de Cheil México.