Raquel Escalante, presentadora de TV Azteca Guate, falleció a los 28 años luego de enfrentar por mucho tiempo un cáncer de cérvix, hecho que dejó un gran vacío en el ámbito televisivo.
La noticia generó una ola de mensajes de solidaridad y despedida, pues su historia, marcada por la fortaleza desde temprana edad, había tocado profundamente a miles de personas.
¿De qué murió Raquel Escalante?
El programa Qué Chilero, donde la joven modelo y participante de concursos de belleza trabajó como conductora, confirmó que Raquel murió a consecuencia del cáncer.
La producción del programa publicó un mensaje especial para despedirla, describiéndola como una persona “llena de luz, alegría y entrega”.
“Su sonrisa, talento y energía positiva dejaron huella en todos los que compartimos con ella dentro y fuera del set”
El equipo también subrayó su calidad humana, afirmando que “Raquel no solo fue parte del programa: fue una amiga, una compañera y un rayo de luz que iluminaba nuestro trabajo día a día”.
La despedida cerró con un emotivo mensaje: “Siempre estarás en nuestros corazones”.
TV Azteca Guate lamenta su partida
La televisora también compartió un mensaje de duelo, resaltando tanto su profesionalismo como su calidez personal.
“La familia de TV Azteca Guate lamenta profundamente la partida de Raquel Escalante, quien además de ser una talentosa conductora, irradiaba alegría, dedicación y humanidad”
El comunicado destacó que su sonrisa, energía y pasión por comunicar permanecerán vivas en la memoria de quienes trabajaron a su lado. Cerró con la frase que se ha difundido ampliamente en redes: “Tu legado vivirá siempre entre nosotros”.
La difícil lucha de Raquel Escalante
En una campaña de GoFundMe, sus familiares detallaron la complicada situación de salud que atravesó desde que fue diagnosticada en febrero de 2024.
El 30 de enero, la presentadora había solicitado apoyo económico para cubrir gastos médicos derivados de su tratamiento y hospitalización.
Según la familia, el procedimiento inicial que enfrentó desencadenó serias secuelas: daño renal, problemas gastrointestinales, afectaciones en nervios esenciales de la columna y un dolor intenso que le impedía llevar una vida normal.
