El porpoising o el violento rebote de los nuevos monoplazas cuando van a altas velocidades se ha convertido en todo un tormento para los conductores de la Fórmula 1. Con los cambios que la FIA exigió para este 2022 varias escuderías se han beneficiado, pero eso no quita que muchos pilotos estén sufriendo cuando van a 300 kilómetros por hora.
Así lo hizo saber recientemente Checo Pérez, quien señaló que cuando su monoplaza llega a los 300 kilómetros sufre muchísimo con el porpoising porque el coche, en varias ocasiones, se vuelve "inconducible".
"Llegas a 300 km/h, que es cuando sale el tema y con estos problemas puedes llegar hasta a perder la visión en la frenada o no poder ubicar bien el coche. Es un tema complicado sobre todo en las carreras, si vas sin DRS que es cuando más se nota en el coche, hay momentos que se hace inconducible", comentó el piloto de Red Bull.
El tapatío es uno más de la lista de pilotos del Gran Circo como Carlos Sainz de Ferrari, Fernando Alonso y Ocon de Alpine, entre otros, que han experimentado mareos y dolores de cabeza en sus nuevos coches.
La escudería italiana, Ferrari, aseguró al comienzo de la temporada 2022 que no ningún equipo se había percatado de esta situación, ya que en las simulaciones que habían realizado la velocidad estaba limitada a 250 kilómetros por hora. Sin embargo, varios ingenieros ya se encuentran trabajando en una solución.
Ante la complicada y riesgosa situación que esto supone, el neurocirujano especializado en columna y cráneo, Pablo Clavel aseguró para EuropaPress que "lo que es seguro es que los pilotos tendrán que seguir entrenando con intensidad su musculatura cervical" para evitar sufrir lesiones más graves.
