La batalla entre Red Bull y Mercedes ha alcanzado una tensión sin precedentes, algo que se pudo confirmar con la conferencia de prensa que compartieron Christian Horner y Toto Wolff, jefes de ambas escuderías de forma respectiva, en la que intercambiaron "metralla" por el alerón trasero que utiliza el equipo alemán y una sanción que no hubo contra Max Verstappen.
Aunque Horner reconoce que hay respeto por lo que ha logrado Mercedes, comentó que por ahora "no hay relación", esto tras una semana llena de diferencias que fue marcada por la no sanción hacia el neerlandés tras sacar de la pista a Lewis Hamilton en Brasil, mientras que la escudería austriaca centró su atención en una supuesta modificación que le daría más velocidad al monoplaza del británico.
"No tengo que salir a cenar con Toto. No tengo que besarle el trasero ni nada de eso. Hay algunos otros jefes de equipo que podrían hacer eso, pero desde mi perspectiva es una competencia", señaló Horner en conferencia.
El jefe de Red Bull señaló que está dispuesto a protestar ante la FIA por una variación en el alerón que ha llevado a sacar hasta 15 kilómetros por hora en las rectas en comparación con sus autos.
"Si creemos que el coche no cumple con la normativa, protestaremos. Las velocidades en línea recta que hemos visto en México y en Brasil, creo que todo el mundo pudo ver que Brasil no era una situación normal", señaló.
Mercedes, listo para demostrar su limpieza
Wolff, en tanto, no se quedó con las ganas de responder y en un tono irónico señaló que cada parte de su auto ha sido revisada a detalle e incluso las mandaría al cuartel general de Red Bull.
"Ya nos han revisado catorce veces más o menos. La FIA tiene todos los dibujos, así que lo que dice Red Bull no está mal. Estamos felices de enviarles una ala a Milton Keynes", comentó.
Mercedes volvió a lucir como el equipo más rápido en las sesiones libres de Gran Premio de Qatar tras la aplastante victoria de Lewis Hamilton en Brasil.
