Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
Daniel Ricciardo se arremangó el pantalón y soltó una ligera sonrisa de complicidad. El australiano mostró sus calcetines con la imagen de la Virgen de Guadalupe con orgullo, como si fuera un mexicano más.
Desde que se gestó el regreso de la Fórmula 1 a México, el de oriundo de Perth no ha ocultado su simpatía por la cultura azteca.
“(México me trata) bien, llegué ayer pero ayer fui a un evento y hoy estuve en el circuito así que aún no como en México, estoy buscando algo de comida mexicana hoy, empezaré con guacamole y después ya veremos”, dijo el oceánico en una conferencia de prensa con Mobil.
Una vez corrió alrededor del Zócalo, otra se subió a una trajinera en Xochimilco y ahora, cubrió sus pies con una de las imágenes más representativas para los mexicanos, para hablar de su amor por este país.
“Disfruté mucho correr aquí antes, lo difícil de aquí es la altitud, básicamente la aerodinámica cambia, eso dificulta porque derrapa más. Es desafiante, por lo que dominar las curvas es una vuelta perfecta sin tener errores, así que trato de correr limpio”, abundó horas antes de comenzar con los ensayos libres del Gran Premio de México.
Poco después llegó el mariachi, otra de las más profundas tradiciones en México y que hizo cantar a Ricciardo, casi como si dominara el lenguaje. Siete victorias y 29 podios, uno de ellos, un tercer lugar en México en 2016; el piloto de 29 años no ve la hora de ganar en México.
“Necesito ganar, tiene tanto tiempo… pero creo que necesito un podio, eso es el plan, tratar de estar en el podio, Max ganó el año pasado y me dio envidia, así que quiero sentir eso”, puntualizó.
Desde que se gestó el regreso de la Fórmula 1 a México, el de oriundo de Perth no ha ocultado su simpatía por la cultura azteca.
“(México me trata) bien, llegué ayer pero ayer fui a un evento y hoy estuve en el circuito así que aún no como en México, estoy buscando algo de comida mexicana hoy, empezaré con guacamole y después ya veremos”, dijo el oceánico en una conferencia de prensa con Mobil.
Una vez corrió alrededor del Zócalo, otra se subió a una trajinera en Xochimilco y ahora, cubrió sus pies con una de las imágenes más representativas para los mexicanos, para hablar de su amor por este país.
“Disfruté mucho correr aquí antes, lo difícil de aquí es la altitud, básicamente la aerodinámica cambia, eso dificulta porque derrapa más. Es desafiante, por lo que dominar las curvas es una vuelta perfecta sin tener errores, así que trato de correr limpio”, abundó horas antes de comenzar con los ensayos libres del Gran Premio de México.
Poco después llegó el mariachi, otra de las más profundas tradiciones en México y que hizo cantar a Ricciardo, casi como si dominara el lenguaje. Siete victorias y 29 podios, uno de ellos, un tercer lugar en México en 2016; el piloto de 29 años no ve la hora de ganar en México.
“Necesito ganar, tiene tanto tiempo… pero creo que necesito un podio, eso es el plan, tratar de estar en el podio, Max ganó el año pasado y me dio envidia, así que quiero sentir eso”, puntualizó.
