Patricio O’Ward culminó con sus funciones en el Autódromo Hermanos Rodríguez y acabó decimotercero en la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de la Ciudad de México. Luego de terminar la práctica 1, el mexicano dio un breve tiempo para hablar con los medios de comunicación mexicanos que lo esperaban tras esta práctica que dio inicio a las actividades de este décimo aniversario desde el regreso de la Fórmula 1 al país.
“(Me sentí) muy bien. Estamos contentos por completar nuestro programa y siempre es una chulada el subirme a uno de estos (monoplazas de Fórmula 1)”, comentó el piloto reserva de McLaren, quien siempre aprovecha estas oportunidades de manejar los bólidos más veloces del planeta y en este caso le tocó tomar el auto de Lando Norris para probar el circuito y brindar información valiosa para la telemetría, en busca de la mejor configuración para el equipo de Woking durante este fin de semana.
Es verdad que se trató de solo un entrenamiento y no hubo puntos en juego, pero Pato disfrutó de esta experiencia por el cobijo de los aficionados, conscientes de que este año él funge como el orgulloso representante tricolor de una F1esta que se ha consolidado año con año. Porque no importa la ciudad –él es originario de Monterrey– ya que se siente igual de cómodo y feliz en cualquier otra urbe, al sentir ese calor de sus compatriotas. Mientras la IndyCar todavía está a la espera de saber si vendrá a nuestro país en el futuro, Pato disfruta de estas oportunidades de correr frente a miles de mexicanos.
“La afición es especial y cada año que regreso, pues la verdad me emociona regresar a casa, porque realmente es la única oportunidad que tengo de subirme a un auto frente al público mexicano”, indicó. “La verdad es que es una muy linda experiencia, igual que el año pasado y estoy contento de haber ayudado al equipo para ver qué podemos sacar este fin de semana”.

