
El 2020 es un año de revancha para Ben Roethlisberger, pero no solo en el aspecto deportivo tras perderse 14 partidos la temporada pasada por una lesión de codo que requirió cirugía, también se trata de enmendar el camino como persona, ya que el quarterback de los Pittsburgh Steelers abrió su lado más vulnerable y se confesó como un adicto a la pornografía y un alcohólico.
"La gente olvida que los atletas también somos humanos y tenemos muchas falencias, no es fácil lidiar con la popularidad y no equivocarte. Desarrollas vicios y adicciones, yo soy un alcohólico y un adicto a la pornografía, por eso no soy el mejor esposo ni el mejor padre, pero tienes que entregarte a ti mismo para superarlo y me apoyo en la palabra de Cristo", reveló el jugador de los Acereros a ESPN.
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Una carrera llena de polémicas
Dos veces ganador del Super Bowl con la franquicia más exitosa de la NFL -junto a los New England Patriots- con seis campeonatos, Ben Roethlisberger no es ajeno a los problemas fuera del emparrillado, ya que en la década pasada sufrió un accidente en motocicleta que casi le cuesta la vida, además de haber sido acusado de agresión sexual.
"Han sido años muy locos, pero agradezco a Dios que esta lesión de codo llegara en el momento en el que estoy, en un camino dedicado a él. Si esto me hubiera ocurrido hace cinco, seis o diez años, no sé dónde estaría hoy", aseguró.
El apodado Big Ben está casado y tiene tres hijos, está en la recta final de su carrera profesional luego de llegar a los Steelers por medio del Draft en el 2004, es la única franquicia para la que ha jugado y actualmente tiene 38 años.
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