Editorial Mediotiempo
Montevideo, Uruguay
La imagen que el delantero de la Selección Uruguaya, Luis Suárez, dejó en el Mundial de Brasil 2014 fue la mordida al italiano Giorgio Chiellini, por lo que este año espera tener revancha en Rusia 2018,
Suárez fue centro de polémica en el Mundial de Brasil 2014 y suspendido luego de que en el tercer partido ante Italia (1-0) mordiera a Chiellini en una jugada en el área. Después del Mundial, el atacante dejó Liverpool para fichar con el Barcelona.
"No creo que sea mi último Mundial, cumplí 31 en enero. Todavía queda. Me quiero sacar la espina a nivel personal de cómo me fui del Mundial anterior, en el cual podría haber aportado muchísimo más al grupo", señaló Suárez en declaraciones a Radio Rincón.
Según el Pistolero, hay optimismo pero también humildad en cuanto a las posibilidades de Uruguay en Rusia 2018, donde los charrúas jugarán contra Rusia, Arabia Saudita y Egipto en el Grupo A.
"Siempre se piensa en grande, pero primero con el objetivo de pasar de fase que son partidos difíciles. Después sí, son once contra once y el que esté mejor ese día va a ir pasando de fase", afirmó.
En lo personal, el ex del Liverpool también tiene confianza sobre el papel qué jugará en el certamen, que Uruguay ganó en 1930 y 1950.
"Estoy muy convencido de lo que quiero hacer en el Mundial. Estoy trabajando para llegar de la mejor manera", expresó.
En su opinión la clave es que "Uruguay llegue con el perfil de siempre, humilde, trabajador, unidos, que nadie se crea mejor que ninguno. Eso es importante para nosotros para hacer un buen Mundial".
En cuanto a su situación en el Barcelona, Suárez está satisfecho pero no cree que vaya a retirarse con la camiseta blaugrana. Recientemente, el capitán Andrés Iniesta confirmó que dejará al club a pesar de ser uno de sus símbolos. Ante esto, el uruguayo sabe que en el cuadro catalán hay que rendir siempre al máximo, de ahí sus dudas sobre el futuro.
"Es difícil. Nunca nadie creo que se llegó a retirar acá jugando al máximo nivel. Sí es el deseo. Estoy feliz porque estoy donde siempre quise estar. Del futuro nunca se sabe", aseveró el habilidoso goleador charrúa.
Suárez fue centro de polémica en el Mundial de Brasil 2014 y suspendido luego de que en el tercer partido ante Italia (1-0) mordiera a Chiellini en una jugada en el área. Después del Mundial, el atacante dejó Liverpool para fichar con el Barcelona.
"No creo que sea mi último Mundial, cumplí 31 en enero. Todavía queda. Me quiero sacar la espina a nivel personal de cómo me fui del Mundial anterior, en el cual podría haber aportado muchísimo más al grupo", señaló Suárez en declaraciones a Radio Rincón.
Según el Pistolero, hay optimismo pero también humildad en cuanto a las posibilidades de Uruguay en Rusia 2018, donde los charrúas jugarán contra Rusia, Arabia Saudita y Egipto en el Grupo A.
"Siempre se piensa en grande, pero primero con el objetivo de pasar de fase que son partidos difíciles. Después sí, son once contra once y el que esté mejor ese día va a ir pasando de fase", afirmó.
En lo personal, el ex del Liverpool también tiene confianza sobre el papel qué jugará en el certamen, que Uruguay ganó en 1930 y 1950.
"Estoy muy convencido de lo que quiero hacer en el Mundial. Estoy trabajando para llegar de la mejor manera", expresó.
En su opinión la clave es que "Uruguay llegue con el perfil de siempre, humilde, trabajador, unidos, que nadie se crea mejor que ninguno. Eso es importante para nosotros para hacer un buen Mundial".
En cuanto a su situación en el Barcelona, Suárez está satisfecho pero no cree que vaya a retirarse con la camiseta blaugrana. Recientemente, el capitán Andrés Iniesta confirmó que dejará al club a pesar de ser uno de sus símbolos. Ante esto, el uruguayo sabe que en el cuadro catalán hay que rendir siempre al máximo, de ahí sus dudas sobre el futuro.
"Es difícil. Nunca nadie creo que se llegó a retirar acá jugando al máximo nivel. Sí es el deseo. Estoy feliz porque estoy donde siempre quise estar. Del futuro nunca se sabe", aseveró el habilidoso goleador charrúa.