Editorial Mediotiempo
Ciudad de México
Once años después César el "Chelito" Delgado se volvió a poner una camiseta de Cruz Azul, esta vez, para atender a decenas de aficionados cementeros, que aún lo guardan en la memoria del club como un ídolo, pese a que no logró levantar el ansiado título de Liga que han buscado durante los últimos 20 años.
El 19, número que utilizó Delgado en su estancia como celeste, predominó entre los fanáticos celestes que abarrotaron una tienda de deportes, en la cual también sorprendió la presencia de Julio Zamora, que se unió a la firma minutos después.
A las 17:00 horas en punto la fila de fans, de todas las edades, comenzó a avanzar. Uno a uno Delgado y Zamora atendieron con firmas, autógrafos en balones, camisas fotografías y hasta en una pierna, con la intención de que quedara una calca para tatuar la rúbrica después.
La llegada de Julio emocionó a los más grandes. Apenas tomó su lugar en el escenario y los gritos de ¡Venga Zamora! iniciaron entre los fanáticos de mayor edad, que no dudaron en buscarlo en primer lugar para tener su firma y una imagen.
Ambos jugadores estuvieron cerca de dos horas firmando y posando para la foto, siempre sonrientes y agradecidos con la afición, que a pesar de los años no los ha olvidado.
El 19, número que utilizó Delgado en su estancia como celeste, predominó entre los fanáticos celestes que abarrotaron una tienda de deportes, en la cual también sorprendió la presencia de Julio Zamora, que se unió a la firma minutos después.
A las 17:00 horas en punto la fila de fans, de todas las edades, comenzó a avanzar. Uno a uno Delgado y Zamora atendieron con firmas, autógrafos en balones, camisas fotografías y hasta en una pierna, con la intención de que quedara una calca para tatuar la rúbrica después.
La llegada de Julio emocionó a los más grandes. Apenas tomó su lugar en el escenario y los gritos de ¡Venga Zamora! iniciaron entre los fanáticos de mayor edad, que no dudaron en buscarlo en primer lugar para tener su firma y una imagen.
Ambos jugadores estuvieron cerca de dos horas firmando y posando para la foto, siempre sonrientes y agradecidos con la afición, que a pesar de los años no los ha olvidado.